lunes, 30 de abril de 2012

NO TENGAS MIEDO

POR: MISAEL REYES

Wikipedia, la enciclopedia libre define: “El miedo o temor es una emoción caracterizada por un intenso sentimiento habitualmente desagradable, provocado por la percepción de un peligro, real o supuesto, presente, futuro o incluso pasado. Es una emoción primaria que se deriva de la aversión natural al riesgo o la amenaza, y se manifiesta tanto en los animales como en el ser humano”

El temor desestabiliza a la persona y lo sumerge en presiones que lo llevan a perder el control de sus acciones. Desequilibra su estado anímico y le hace perder su autoestima, sus potencialidades y trunca toda posibilidad de triunfar en la vida.

En las tácticas de guerras, una de las estrategias que utilizan las partes en conflictos, es debilitar a su opositor, intimidándoles con declaraciones y amenazándoles con sus arsenales bélicos de alta tecnología para infundirles miedo.

El temor fue una de las prácticas utilizadas en la antigüedad por los pueblos opositores a Israel para detener su avance hacia la tierra prometida. 
El solo mirar a los gigantes, les infundía un temor que los paralizaba y les hacía sentirse inferiores a ellos.
Números 13: 33, También vimos allí gigantes, hijos de Anac, raza de los gigantes. Nosotros éramos, a nuestro parecer, como langostas, y así les parecíamos a ellos.

El Señor Dios sabia que el temor podría debilitarlos y menguar sus  fuerzas para la guerra y acabar con las posibilidades de conquistar la tierra prometida. Es por eso que le da la siguiente recomendación:
Deuteronomio 20: 1, »Cuando salgas a la guerra contra tus enemigos, si ves caballos, carros y un pueblo más numeroso que tú, no les tengas temor, porque Jehová, tu Dios, el que te sacó de la tierra de Egipto, está contigo.

Esta táctica del enemigo nunca ha terminado. A pesar de las advertencias del Señor a no tener temor, los hijos de Israel vivían siempre bajo la sombra del miedo o el temor que hasta una hoja los asustaba
Hoy, en nuestra era moderna más que nunca, nos vemos rodeados de un sinnúmero de temores que nos paralizan y nos detienen. Parece ser que nuestra fe en muchas ocasiones es opacada por esta fuerza demoniaca.

Sentimos temor de todo: por la escases, por la recesión económica, por las enfermedades, por la inseguridad, temor del mañana, temor por nuestros hijos. Vivimos en un constante temor que incluso pone en tela de juicio nuestras convicciones y parece que siempre va a nuestro lado.
La prensa, la radio, la televisión y cualquier otro medio de comunicación, lo que nos traen a diario a nuestro cerebro, es un bombardeo continuo de rumores, malas noticias, conflictos, guerras, violencia, etc.

No hay una notica que pueda traer alegría a nuestro corazón, todas están dirigidas a sembrar desesperanzas, miedos, incertidumbre y hacernos dudar, incluso, de las promesas de Dios para nuestras vidas.

Muchos cristianos viven cautivos, presas del miedo, del temor y andan atemorizados ante cualquier eventualidad.

Dios en su palabra alerta de manera reiterada sobre este fenómeno y nos provee de las herramientas para vencer el temor que nos paraliza y hace tambalear nuestra fe.

Cuando sientas que el temor ronda tu vida, recuerda las promesas de protección que Dios ha dejado para nosotros. Promesas sobre como vencer la muerte, la desesperación, el miedo, la desconfianza, y la ansiedad. Dios promete que estará a nuestro lado y que enviara ayuda cuando nos encontremos en dificultades. No habrá mar rojo que nos detenga, ni faraones que puedan destruirnos.

¿Entonces a que temer? ¿Si Dios es con nosotros quien contra nosotros? No te desalientes, aférrate a Dios que él tiene cuidado de todos nosotros.

Que Dios te bendiga y te ayude a depender siempre de Él cualquiera sea tu situacion.

Autor: Misael Reyes
Maturín, julio 2010-07-21

domingo, 29 de abril de 2012

LA VIGA EN EL OJO


POR: MISAEL REYES

BASE BIBLICA: (MATEO 7: 3 - 5)

"¿Por qué te fijas en lo malo que hacen otros, y no te das cuenta de las muchas cosas malas que haces tú? Es como si te fijaras que en el ojo del otro hay una basurita y no te dieras cuenta de que en tu ojo hay una rama.4 ¿Cómo te atreves a decirle a otro: "Déjame sacarte la basurita que tienes en el ojo", si tú tienes una rama en el tuyo?5 ¡Hipócrita! Primero saca la rama que tienes en tu ojo, y así podrás ver bien para sacar la basurita que está en el ojo del otro. (BLS)

Entre una de las leyes del nuevo reino que Jesús vino a instituir; figura la que tiene el propósito de evitar que la gente JUZGUE a los demás si primero no se examina o se juzga el mismo..
La tendencia de la gente que no conoce a Dios, (y los que supuestamente lo conocen) es mirar siempre los defectos de los demás.
Algunos ya han hecho de esto su “pasatiempo favorito” y viven pescando cualquier detalle para señalarlo y disparar su artillería pesada sobre su víctima.
Los políticos y la gente que no tiene temor de Dios, son maestros muy expertos en el arte de estar mirando siempre “la basurita en el ojo ajeno” y tienen la habilidad para convertir una verdad en mentira o una mentira en verdad. Pero bueno, de ellos tenemos que esperar siempre lo peor porque han sido entrenado en sus escuelas para eso.
Jesús vino a establecer un reino diferente; “no de este mundo” sino un Reino Espiritual, cuyas leyes debían ser diferentes a las que gobiernan a este sistema mundano, leyes basadas sobre principios y valores espirituales que regularían la vida en ese Reino.
Así tenemos que Jesús dejo muy claro que los participantes de ese reino debían ajustarse a esas leyes y mantener una relación muy armónica entre si, y muy diferentes al sistema imperante.
Es así como estos principios y valores espirituales, tenían que ver con el desarrollo de una buena relación con el prójimo; de servicio con los enemigos, de fidelidad en las relaciones matrimoniales y con el deber de trabajar por la extensión del reino.
Ahora, ¿por qué tendría que ser así? Sencillamente porque era la implantación del Reino de los Cielos sobre la tierra y debía regirse por las leyes del Reino de Dios.
No era cualquier reino, tampoco eran cualquier rey, ni cualquier tipo de ciudadanos los que formarían ese reino. Por lo tanto el reino se regiría por leyes espirituales.
Este Reino debía marcar la diferencia entre los reinos terrenales existentes que las gentes conocían; y que se caracterizaban por la violencia, la violación de los derechos humanos, y unas cuantas cosas más que hacían la vida muy difícil, y el Reino de los cielos que estaba fundamentado en el amor y la justicia. 
En este Reino de los cielos, todos los principios establecidos iban en contracorriente a los establecidos por el sistema imperante.
Es por eso que el Señor trata de prevenir a las gentes de no seguir juzgando de acuerdo al modelo judaico, un modelo donde los más débiles eran condenados injustamente.
A pesar de las advertencias hechas por Jesús en relación a como debe ser nuestra conducta en este Reino, (iglesia) aun en nuestros días,(abril 2012) muchos “cristianos” siguen siempre mirando la “basurita en el ojo ajeno”
Esto ha generado muchos males en la iglesia de Cristo, debilitándola al punto que, muchos que pudieran hoy estar en una congregación sirviendo al Señor con sus dones y siendo de bendición a otros, han tenido que salir de su congregación y hoy son esclavos nuevamente del pecado, porque hubo una mala praxis al tratar de sacar la “basurita” le sacaron el ojo.
El apóstol Pablo exhorta de la siguiente manera: “Reciban bien a los cristianos débiles, es decir, a los que todavía no entienden bien qué es lo que Dios ordena. Si en algo no están de acuerdo con ellos, no discutan.” (Romanos 14: 1 BLS)
Esa debe ser nuestra tarea; de consejero espiritual y no de juez o dictador.

sábado, 28 de abril de 2012

LA LIBERTAD DE LOS TEMORES


POR: PR. JULIO RUIZ
BASE BIBLICA:  (Salmo 34)
  
Hoy quiero dejar con todos ustedes esta publicacion de JULIO RUIZ pastor en Vancouver, Canada  desde hace casi 6 años. Te invito a que  tomes unos minutos de tu tiempo para que lo leas y medites en la belleza y profundidad de su contenido totalmente biblico. Sera de mucha edificacion a tu vida.

INTRODUCCIÓN: El hombre posee una reacción natural a ciertas circunstancias que le produce un estado de temor, mejor conocido como “fobias”. Así tenemos que hay una lista larga de ellas, destacándose unas más que otras, por ser las comunes entre el género humano.
En esta lista hay personas que sufren de “aracnofobia”, temor a las arañas. Otros tienen “aerofobia”, temor a volar. Están los que sufren de “claustrofobia”, temor a los espacios cerrados. Otros sufren de “plurofobia”, temor por la multitud; los tales prefieren estar solos. Hay los que sufren de “dentofobia”, temor a los dentistas. Otros sufren de “glosofobia”, temor a hablar en público. Algunos casados sufren de “penterafobia”, temor por las suegras. Otros sufren de “eclesiofobia”, temor por ir a la iglesia, especialmente cuando a esa hora están pasando algunos de sus deportes favoritos. Hay otros que sufren de “anuptafobia”, temor a quedarse soltero. Mientras que otros sufren de “gamofobia”, temor por el matrimonio. El asunto es que el temor a enfrentarnos a algo que pueda producir una reacción negativa subyace en nuestro subconsciente. El temor tiene su lado negativo en el sentido que nos puede paralizarnos para seguir adelante. Pero tiene su lado positivo donde uno puede depender más del Señor cuando enfrente uno de esos terribles momentos. Uno de los grandes textos sobre este asunto lo expresó el salmista: “Jehová es mi luz y mi salvación; ¿de quién temeré? Jehová es la fortaleza de mi vida; ¿de quién he de atemorizarme? Cuando se juntaron contra mí los malignos, mis angustiadores y mis enemigos, Para comer mis carnes, ellos tropezaron y cayeron. Aunque un ejército acampe contra mí, No temerá mi corazón; Aunque contra mí se levante guerra, Yo estaré confiado” (Salmo 27:1, 3). ¿Cuál debiera ser nuestra actitud hacia esos temores que nos invaden con cierta frecuencia?

I. LOS TEMORES DOMINAN HASTA DONDE LE DAMOS OPORTUNIDAD

1. El temor es real o imaginario. El presente salmo fue el resultado de una experiencia personal. David lo escribió después de huir delante de Saúl. Tuvo que refugiarse en la cueva el Adulan, desde donde se inspiró para escribir tan consoladoras palabras. Sintió el temor del desamparo, de la soledad, de la muerte. Experimentó una persecución injusta porque el rey Saúl sabía que David sería el próximo gobernante de Israel. Note las veces que habla de haber sido liberado de los temores y de las angustias (vv. 4, 6, 17, 19). David sabía cuan real era sus temores, aunque dejaba bien claro dónde estaba su confianza mientras pasaba por ellos. El temor conlleva a ciertas situaciones que no puedes controlar y se escapan de tu mano. ¿Por qué esto? Porque el temor, como alguien lo definió: “Es una emoción dolorosa, excitada por la proximidad de un peligro, real o imaginario, y acompañada por un vivo deseo de evitarlo y de escapar de la amenaza. Es un instinto común a todos los hombres, del que nadie está completamente libre”. Uno de los hombres que experimentó un terrible temor fue Jonás al momento cuando tuvo que pagar por su desobediencia. En su extraordinaria oración, dijo: “Las aguas me rodearon hasta el alma; rodeóme el abismo...” (Jonás 2:5). La conducta y actitudes de mucha gente están acondicionadas por cierto tipo de temores. En muchas de nuestras motivaciones subyace algún tipo de temor que frena nuestros actos. Esto lo han aprovechado muy bien los que ejercen dominio sobre otros. Pero también tenemos que saber que algunos de los temores son imaginarios, a lo mejor formados en la infancia y en la manera cómo nos criaron. Hay personas que les aterra la oscuridad porque les hablaban de muertos y fantasmas que salen durante ese tiempo. Y la lista sigue siendo larga.

2. Usted puede imponerse sobre sus temores. Hay muchas personas que afirman no enfrentar ningún temor, dando a entender con esto que son muy independientes y autosuficientes para valerse por sí mismos. Algunos se consideran tan fuertes que pueden manejar esas “debilidades” humanas sin problemas. Pero la verdad es otra. Si usted es uno de los que piensa así, prepárese porque en cualquier momento puede aflorar esta reacción humana. A lo mejor estará viviendo con miedos profundos, pero no los ha procesado. Por lo tanto, lo mejor es identificar los temores. Un temor común es aquel que tiene que ver con el quedar desamparado en el ámbito familiar, del trabajo o de su status migratorio, para el caso de los que viven en este país. El temor a la soledad es uno de los más terribles. ¿Quién sabe de las lágrimas que vierten en esas largas noches? Qué decir del temor al fracaso, al ser rechazado, al futuro, a la vejez y sobre todo, el temor a la muerte. Tales temores pudieran acorralarnos, pero usted puede imponerse sobre ellos. El salmista pasó por esto cuando dijo: “¿Por qué te abates, oh alma mía, y te turbas dentro de mí?”. Sin embargo, si algo debemos reconocer respecto al tema de los temores es saber lo que ahora somos y tenemos en Cristo. Uno de los textos que es desconocido por los creyentes es aquel donde Pablo le recuerda a Timoteo una de las más extraordinarias promesas que aparezca en la palabra, cuando le dijo: “Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía; si no de poder, amor y de dominio propio” (2 Tim. 1:7). De esta manera podemos ver que el temor es un asunto totalmente ajeno a los dones celestiales. Cuando alguien se impone a sus temores descubre el camino a la grandeza.

II. ENFRENTE SUS TEMORES BAJO LA GUÍA DIVINA

1. Busque primero al Señor v. 4. ¿Cuál es su primera reacción cuando es invadido por los temores? ¿A quien acude? Lo primero que hizo David en su soledad y en la proximidad a la muerte fue refugiarse en el Señor. Él vio cómo su oración fue respondida. No sabemos cuántos temores tuvo, pero él dijo: “Y me libró de todos mis temores”. A este respecto, su hijo Salomón más adelante recomendaría: “Mas el que me oyere, habitará confiadamente y vivirá tranquilo, sin temor del mal” (Pr. 1:33). Nada sigue siendo más poderoso que buscar al Señor con todo nuestro corazón y dejarle a él todas las cargas, muchas de ellas surgidas por los temores que enfrentamos. En su misma búsqueda David dijo: “Este pobre clamó, y le oyó Jehová, y lo libró de todas sus angustias” v. 6. Pero por si faltara algo, añadió: “Muchas son las aflicciones del justo, pero de todas ellas le librará Jehová” v. 19. La oración tiene el más grande poder libertador. ¿Qué tanto la practico? ¿Hasta dónde estoy descansando en mi Señor?
2. Sepa cuán bien acompañado está v. 7. ¿Quién es el “ángel de Jehová?” Los mejores comentaristas coinciden en señalar a este ángel como el Cristo pre-encarnado. David pasó noches en oscuras cuevas mientras huía de su adversario, pero en los momentos más difíciles sintió la cercanía de una compañía maravillosa. Ninguna presencia es más confiada y poderosa que aquella donde está presente el ángel del Señor. Un creyente no debiera pasar sólo sus momentos temores. Su fe, cual firme ancla del alma, debe crecer y dar por un hecho que mientras enfrenta sus temores, alguien está combatiéndolos de tal manera que pueda quedar libre de ese gigante que se levanta haciendo que retroceda en la conquista de la vida espiritual. El salmista decía que la misión del “ángel de Jehová” era acampar alrededor y defendernos. ¡Qué hermosa figura! Él está alrededor de nuestro “campamento” con su espada desenvainada. Nadie nos podrá hacer frente “aunque un ejército acampe contra mí”.
3. Sométase al temor de Dios para que los demás temores huyan v. 9. El único temor que debiera haber en un creyente es el temor a Dios. Por supuesto que no es una fobia contra, como tienen algunas religiones. Es un temor reverencial. Es aquel deseo del corazón de no querer hacer nada que ofenda su nombre o que entristezca al Espíritu. Sobre esto la Biblia nos dice: “Conducíos en temor todo el tiempo de vuestra peregrinación”. Mire la promesa que nos deja el salmista: “Pues nada falta a los que le temen”. Inmediatamente a esto pone el ejemplo del leoncillo, aquellos que seguramente oía mientras estaba en la cueva cuando buscaban con ansiedad la comida. Sin embargo, para los que esperan al Señor, ellos “no tendrán falta de ningún bien” v. 10. Cuando nos sometemos al temor de Dios los demás temores tienen que huir.
 4. Una vida santificada enfrenta mejor los temores v. 14. El salmista ha hecho una de las preguntas más importantes para todo hombre en el v. 13. La respuesta que da a la misma es que quienes desean vivir largamente, viendo días rodeados del bien, entonces deben saber cómo usar la lengua y cuán lejos ponerse del mal. No pretenda quien ande viviendo una vida desordenada tener siempre éxito sobre aquello a lo que más teme. Es más, la falta de santidad en la vida acarrea más temores, pues cuando se hace lo malo se teme lo peor. Un hombre que se consagra a Dios tiene mejores recursos para enfrentar sus propias calamidades. Una de las garantías que tiene el creyente que se consagra a su Señor es que los ojos de Jehová le miran, y pone “atentos sus oídos al clamor de ellos” v. 15. El asunto es que Dios le sigue la pista a un cristiano que decide ser diferente. Cuando esto es una realidad, los temores no tienen por qué esclavizarnos.

III. ELIMINE SUS TEMORES PONIENDO UNA ALABANZA EN SU BOCA

1. Tenga una resolución de alabar al Señor en todo tiempo v. 1.
El salmista aprendió que una de las mejores formas para eliminar la esclavitud de sus temores era reconocer a su Dios en una alabanza continua. Cuando nuestros labios se llenan expresiones de reconocimiento, traducidos en diferentes formas de reconocer a nuestro Dios, estamos ejerciendo un poder extraordinario. ¿Qué es lo que pasa si uno no bendice y alaba al Señor? Lo más seguro es que las preocupaciones y afanes ocuparán ese lugar. Note que al decir “en todo tiempo” está dando por un hecho que lo hará en el tiempo de prosperidad o adversidad, en salud o en enfermedad, en la alegría o en los infortunios, en las pruebas o en la tranquilidad, en la iglesia o fuera de ella... Debe alabarse al Señor “en todo tiempo”.
2. Permita a su alma concentrarse solo en él v. 2. La alabanza de nuestra boca no debe ser para nosotros sino para el Señor. “En Jehová se gloriará mi alma” pone de manifiesto que la adoración debe centrarse exclusivamente en Dios. No debemos robarle la gloria a Él. Parte de nuestros temores esclavizantes se deben al hecho de que siempre pensamos más en nosotros mismos y no dejamos que nuestra alma quede libre para expresarle toda la gloria de la que él es digno por el derecho que tiene sobre nosotros. Si su alma se concentra en glorificarlo no tendrá tiempo para pensar en lo que más puede atemorizarle.
3. Levante su nombre en lugar de sus temores v. 3. El salmista invita a otros para que se unan en su deseo de exaltar a Dios. La alabanza levanta el espíritu quebrantado, engrandece al Dios que adoramos y sobre todo, edifica el alma acongojada. Cuando Israel se enfrentó en guerra no fue raro ver a un coro finamente ordenado cantando las mejores alabanzas a su Dios; cuando esto hicieron derrotaron al enemigo. Y es que cuando nuestra boca se llena de exaltación a Dios tiene que haber retirada de todo aquello que nos atemoriza. ¿Cuáles son sus temores? ¿Le dominan de tal manera que no sabe cómo liberarse de ellos? El salmista nos conminó a: “Gustad, y ved que es bueno Jehová; Dichoso el hombre que confía en él” v. 8
.
CONCLUSIÓN: 

Si alguien conocía el poder de la liberación de los temores era David. Siento pastor de ovejas venció el temor que infundía un león al enfrentarse a ellos y matarlos para defenderles. Pero sin duda que su gran hazaña para enfrentar a un gigante que aterraba a todo su pueblo, fue cuando enfrentó y mató a Goliat. En aquel entonces dijo: “Jehová, que me ha librado de las garras del león y del oso, él también me librará de la mano de este filisteo. Y dijo Saúl a David: Ve, y Jehová esté contigo” ( 1 S. 17:37). ¿De qué tamaño es el gigante de sus temores? ¡Libérese de ellos confiando en el Señor!














viernes, 27 de abril de 2012

TESOROS EN LOS CIELOS


POR: MISAEL REYES

TEXTO BÍBLICO: Mateo  6: 19 – 21,  No traten de amontonar riquezas aquí en la tierra. Esas cosas se echan a perder o son destruidas por la polilla. Además, los ladrones pueden entrar y robarlas.20 Es mejor que guarden en el cielo lo más valioso de su vida. Allí, las cosas no se echan a perder ni la polilla las destruye. Tampoco los ladrones pueden entrar y robarlas.21Recuerden que siempre pondrán toda su atención en donde estén sus riquezas. (BLS) 
  
Una de las mayores preocupaciones de las gentes hoy, es la acumulación de riquezas. Los mayores conflictos bélicos que se han generado en el mundo, han sido producto del afán desmedido de las superpotencias por alcanzar las riquezas y recursos de otros países. No importan cuánta sangre tengan que derramar, ni cuántas vidas inocentes asesinar, con tal de mantener el control de las riquezas del mundo. De esto hay una historia muy larga y dolorosa que contar.

Es tan atrayente y seductor el poder de las riquezas o el dinero, que aun los más pobres, sueñan con un día poderse  sacar el premio gordo de la lotería, otros en cambio viven planificando robos y hurtos para lograr obtener el dinero fácil, y esto ha llegado a proliferarse tanto;  que las entidades financiera han diseñado diferentes métodos para evitar los continuos robos, sin embargo, se siguen produciendo, incluso, a la luz del día y ante la mirada complaciente de los que tienen la responsabilidad de velar por la seguridad de los ciudadanos.

 Esa es la ley que rige a este sistema mundano y perverso de  la cual el mismo Jesús quiso alertar a todos los que formarían parte de su Reino, de NO “amontonar” riquezas en la tierra. No son malas las riquezas, lo malo esta en poner el corazón en ellas.

 Mateo 6: 21, Recuerden que siempre pondrán toda su atención en donde estén sus riquezas. (BLS)

Las riquezas bien manejadas, constituyen una gran bendición para la expansión del Reino de Dios en la tierra. Son muchas las cosas que podemos hacer para bendición de otros cuando ponemos nuestro dinero en las manos del Señor. El problema se complica cuando esas riquezas vienen a ocupar el lugar de Dios en nuestra vida, apartándonos del verdadero disfrute de una vida cristiana abundante.

 Mateo 6: 24, "Ningún esclavo puede trabajar para dos amos al mismo tiempo, porque siempre obedecerá o amará más a uno que a otro. Del mismo modo, tampoco ustedes pueden servir al mismo tiempo a Dios y a las riquezas. (BLS)

 A pesar de la seria advertencia hecha por Jesús y las consecuencias que se derivan de aferrarse a las riquezas y poner el corazón en ellas; muchos cristianos viven hoy acumulando riquezas, trabajando de sol a sol y de domingo a domingo,  olvidándose de darle en su vida, el lugar que Dios merece. No está malo trabajar, no está malo tener recursos, lo malo, lo dañino y lo lamentable es, que esas riquezas arruinen tu vida y te hagan un esclavo de ellas quitándote también  el tiempo que Dios te ha dado para servirle a Él.







jueves, 26 de abril de 2012

LO QUE NOS HACE FALTA HOY: UNIDAD MUTUA


Por: MISAEL REYES

TEXTO BÍBLICO:
GÉNESIS 26: 33
A la mañana siguiente se levantaron muy temprano, e hicieron un compromiso mutuo. Luego Isaac los despidió, y ellos se fueron en calidad de amigos.
El conflicto generado entre Abimelec e Isaac a causa de unos pozos de agua, parece llegar a su final cuando el propio Abimelec en compañía de su consejero y el jefe de su ejército, visita a Isaac.
Extrañado por esta inesperada visita, Isaac le dice: —“Si tanto me odian, que hasta me echaron de su tierra, ¿para qué vienen a verme”? Abimelec le responde que el motivo de su visita es reconocer que Dios está con Isaac y que además el quiere hacer un pacto respaldado por un juramento.
Ante esta propuesta, Isaac preparo un banquete y comieron y bebieron para celebrar esta relación de no agresión del uno con el otro. Al día siguiente se levantaron temprano e hicieron un COMPROMISO MUTUO y los despidió y ellos se despidieron en calidad de amigos.
Que lección tan importante podemos sacar de este encuentro entre Abimelec e Isaac:
• Reconocer que fallamos muchas veces
• Entender que divididos no es la mejor manera de lograr las metas.
Lo que nos hace falta hoy a los cristianos, no es mas oración, no son mas ayunos,(aunque no hace daño orar ni ayunar) lo que realmente nos hace falta, ES UNA UNIDAD GENUINA, que limemos nuestras asperezas, ERRADICAR de nuestras vidas las diferencias doctrinales y denominacionales y que nos fortalezcamos en un solo pensamiento y un mismo sentir por amor a un mundo que muere en pecado.

miércoles, 25 de abril de 2012

EL VERDADERO AYUNO

POR: MISAEL REYES 

Texto Bíblico: MATEO 6: 16 “Cuando ayunen, no pongan cara triste como hacen los hipócritas, que demudan sus rostros para mostrar que están ayunando. Les aseguro que ya han obtenido  toda su recompensa. 17. Pero tu cuando ayunes, perfúmate la cabeza y lávate la cara, 18. Para que no sea evidente ante los demás que estas ayunando, sino solo ante tu Padre, que está en lo secreto; y tu Padre, que ve lo que se hace en secreto, te recompensara” (NVI)

Junto a la oración, el ayuno constituye una de las herramientas espirituales que Jesús pone a disposición de los creyentes, aunque no  se ordena ni hay mandato expreso a hacerlo, si dice la biblia que es bueno, beneficioso y útil
Marcos 9: 19, Y les dijo: Este género con nada puede salir, sino con oración y ayuno. 
La biblia abunda en referencias alusivas al ayuno y de su utilidad en la vida espiritual de cada creyente. Es tan importante,  que JESÚS, el hijo de Dios,  hizo uso del ayuno al inicio y durante su ministerio terrenal.

Mateo 4: 1, 2, Entonces Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto para ser tentado por el     diablo. Después de haber ayunado cuarenta días y cuarenta noches, sintió hambre.

 Esta práctica se hizo común en la iglesia primitiva y los apóstoles,  entre ellos Pablo, hicieron de ello algo vital en sus ministerios.

 Hechos 13: 4, En la iglesia de Antioquía eran profetas y maestros Bernabé; Simeón, apodado el Negro; Lucio de Cirene; Manaén, que se había criado con Herodes el tetrarca; y Saulo.2 Mientras ayunaban y participaban en el culto al Señor, el Espíritu Santo dijo: «Apártenme ahora a Bernabé y a Saulo para el trabajo al que los he llamado.»

Hechos 14: 23, En cada iglesia nombraron ancianos y, con oración y ayuno, los encomendaron al Señor, en quien habían creído.  

Pero en realidad, ¿Qué es el ayuno? Veamos algunas definiciones que tal vez nos ayuden a entender lo que realmente es el ayuno.
Veamos:
  • “Se llama ayuno al acto de abstenerse voluntariamente de toda o algún tipo de comida y en algunos casos de ingesta de líquidos, por un período de tiempo.”
  • “Abstención de ingerir alimentos”
  • “Privarse de alimento y bebida; Por extensión, privarse de alguna actividad placentera”
  • “El dejar de comer algún tipo de alimento o no comer nada por un tiempo limitado o ilimitado por alguna razón, sea religiosa, de salud o política. ...”
Dios en su palabra nos dice, que mas que abstenerse de ingerir alimentos y simular ciertas actitudes, el ayuno debe realizarse en función de satisfacer las necesidades de las gentes.
 El pueblo de Israel y sus dirigentes presumían que el hecho de ayunar les garantizaría a ellos los beneficios y aplausos de Dios.

Isaías 58: “Porque día tras día me buscan,  y desean conocer mis caminos,  como si fueran una nación  que practicara la justicia,   como si no hubieran abandonado  mis mandamientos.  Me piden decisiones justas,   y desean acercarse a mí, 3 y hasta me reclaman: "¿Para qué ayunamos, si no lo tomas en cuenta?  ¿Para qué nos afligimos, si tú no lo notas?" 

A Dios no lo podemos sobornar con falsas posturas ni con apariencias externas. Muchas veces tratamos de aparentar estar tocando los umbrales del cielo alcanzando niveles superiores de espiritualidad y nos olvidamos de los que sufren y padecen injusticias.

Isaías 58: 5, ¿Acaso el ayuno que he escogido  es sólo un día para que el hombre se mortifique?  ¿Y sólo para que incline la cabeza como un junco,  haga duelo y se cubra de ceniza?  ¿A eso llaman ustedes día de ayuno y el día aceptable al Señor?

Dios ha dejado bien claro lo que es el  ayuno. No se basa en teorías ni apariencias  santurronas, es una actitud humilde del corazón que se MANIFIESTA  en acciones justas que tienen  que ver con nuestros semejantes.

Isaías 58: 6, 7, El ayuno que he escogido,  ¿no es más bien romper las cadenas de injusticia  y desatar las correas del yugo, poner en libertad a los oprimidos y romper toda atadura 7 ¿No es acaso el ayuno compartir tu pan con el hambriento   y dar refugio a los pobres sin techo,  vestir al desnudo  y no dejar de lado a tus semejantes?  

Esta si es una declaración bíblica de lo que realmente debe ser el ayuno cristiano. Hay un falso concepto en el día de hoy a cerca de esta práctica. Muchos la utilizan para competir o buscar el aplauso de los demás. Para fingir un grado elevado de espiritualidad y entrega a Dios. Pero el verdadero ayuno tal como lo describe Isaías, va mucho mas allá de un “pasar hambre o sacrificar la carne”  Es el apartarse en una búsqueda de acercamiento y nutrirse para desarrollar con éxito el ministerio que Dios ha puesto en nuestras manos.
Hay muchas cosas en nuestra vida que necesitan ser sacrificadas, no solo el abstenerse de alimentos es lo único, es dejar también todo aquello a lo que nuestra vida esta aferrada y que no puede dominar.
La practica voluntaria y ajustada a lo que Jesús nos enseña en su palabra; puedes surtir en cada creyente un despertar espiritual y un avivamiento sin precedentes en su vida. Isaías lo dice de la siguiente manera:

Isaías 58: 8 Si así procedes,  tu luz despuntará como la aurora, y al instante llegará tu sanidad; tu justicia te abrirá el camino,  y la gloria del Señor te seguirá. 9 Llamarás, y el Señor responderá; pedirás ayuda, y él dirá: "¡Aquí estoy!"   »Si desechas el yugo de opresión, el dedo acusador y la lengua maliciosa, 10 si te dedicas a ayudar a los hambrientos y a saciar la necesidad del desvalido, entonces brillará tu luz en las tinieblas,  y como el mediodía será tu noche. 11 El Señor te guiará siempre;  te saciará en tierras resecas, y fortalecerá tus huesos.  Serás como jardín bien regado, como manantial cuyas aguas no se agotan. 12 Tu pueblo reconstruirá las ruinas antiguas y levantará los cimientos de antaño; serás llamado "reparador de muros derruidos”, "restaurador de calles transitables"

“SI ASI PROCEDES” ¿Cómo? Como lo expresan los versículos 6 y 7 de Isaías 58. No es poniendo caras tristes ni demudando el rostro lo que hará que se abran  las ventanas de los cielos para que se derramen todas estas bendiciones que se mencionan en los versículos 8 al 12 de Isaías 58, es practicando lo que se predica.
No está malo ayunar, es bueno y saludable para nuestro espíritu, pero es importante que siempre haya un propósito y un motivo específico, siguiendo siempre las instrucciones de Jesús:

MATEO  6: 16, “Cuando ayunen, no pongan cara triste como hacen los hipócritas, que demudan sus rostros para mostrar que están ayunando. Les aseguro que ya han obtenido  toda su recompensa. 17. Pero tu cuando ayunes, perfúmate la cabeza y lávate la cara, 18. Para que no sea evidente ante los demás que estas ayunando, sino solo ante tu Padre, que está en lo secreto; y tu Padre, que ve lo que se hace en secreto, te recompensara” (NVI)