lunes, 30 de abril de 2012

NO TENGAS MIEDO

POR: MISAEL REYES

Wikipedia, la enciclopedia libre define: “El miedo o temor es una emoción caracterizada por un intenso sentimiento habitualmente desagradable, provocado por la percepción de un peligro, real o supuesto, presente, futuro o incluso pasado. Es una emoción primaria que se deriva de la aversión natural al riesgo o la amenaza, y se manifiesta tanto en los animales como en el ser humano”

El temor desestabiliza a la persona y lo sumerge en presiones que lo llevan a perder el control de sus acciones. Desequilibra su estado anímico y le hace perder su autoestima, sus potencialidades y trunca toda posibilidad de triunfar en la vida.

En las tácticas de guerras, una de las estrategias que utilizan las partes en conflictos, es debilitar a su opositor, intimidándoles con declaraciones y amenazándoles con sus arsenales bélicos de alta tecnología para infundirles miedo.

El temor fue una de las prácticas utilizadas en la antigüedad por los pueblos opositores a Israel para detener su avance hacia la tierra prometida. 
El solo mirar a los gigantes, les infundía un temor que los paralizaba y les hacía sentirse inferiores a ellos.
Números 13: 33, También vimos allí gigantes, hijos de Anac, raza de los gigantes. Nosotros éramos, a nuestro parecer, como langostas, y así les parecíamos a ellos.

El Señor Dios sabia que el temor podría debilitarlos y menguar sus  fuerzas para la guerra y acabar con las posibilidades de conquistar la tierra prometida. Es por eso que le da la siguiente recomendación:
Deuteronomio 20: 1, »Cuando salgas a la guerra contra tus enemigos, si ves caballos, carros y un pueblo más numeroso que tú, no les tengas temor, porque Jehová, tu Dios, el que te sacó de la tierra de Egipto, está contigo.

Esta táctica del enemigo nunca ha terminado. A pesar de las advertencias del Señor a no tener temor, los hijos de Israel vivían siempre bajo la sombra del miedo o el temor que hasta una hoja los asustaba
Hoy, en nuestra era moderna más que nunca, nos vemos rodeados de un sinnúmero de temores que nos paralizan y nos detienen. Parece ser que nuestra fe en muchas ocasiones es opacada por esta fuerza demoniaca.

Sentimos temor de todo: por la escases, por la recesión económica, por las enfermedades, por la inseguridad, temor del mañana, temor por nuestros hijos. Vivimos en un constante temor que incluso pone en tela de juicio nuestras convicciones y parece que siempre va a nuestro lado.
La prensa, la radio, la televisión y cualquier otro medio de comunicación, lo que nos traen a diario a nuestro cerebro, es un bombardeo continuo de rumores, malas noticias, conflictos, guerras, violencia, etc.

No hay una notica que pueda traer alegría a nuestro corazón, todas están dirigidas a sembrar desesperanzas, miedos, incertidumbre y hacernos dudar, incluso, de las promesas de Dios para nuestras vidas.

Muchos cristianos viven cautivos, presas del miedo, del temor y andan atemorizados ante cualquier eventualidad.

Dios en su palabra alerta de manera reiterada sobre este fenómeno y nos provee de las herramientas para vencer el temor que nos paraliza y hace tambalear nuestra fe.

Cuando sientas que el temor ronda tu vida, recuerda las promesas de protección que Dios ha dejado para nosotros. Promesas sobre como vencer la muerte, la desesperación, el miedo, la desconfianza, y la ansiedad. Dios promete que estará a nuestro lado y que enviara ayuda cuando nos encontremos en dificultades. No habrá mar rojo que nos detenga, ni faraones que puedan destruirnos.

¿Entonces a que temer? ¿Si Dios es con nosotros quien contra nosotros? No te desalientes, aférrate a Dios que él tiene cuidado de todos nosotros.

Que Dios te bendiga y te ayude a depender siempre de Él cualquiera sea tu situacion.

Autor: Misael Reyes
Maturín, julio 2010-07-21