jueves, 3 de mayo de 2012

CONFLICTOS

POR MISAEL REYES

TEXTO BIBLICO: GENESIS 26: 35

“… y fueron amargura de espíritu para Isaac y para Rebeca”
La vida de Isaac y posteriormente la vida de Jacob, estuvieron mezcladas de conflictos familiares. Una vida donde el engaño, el soborno, el chantaje y la envidia,  están a la orden del día y parece ser la vía para alcanzar – incluso – hasta las bendiciones.
Estos conflictos empiezan con la misma esterilidad de Rebeca, y ¡vaya que tipo de conflicto representa esto para un hogar!
Dios responde la oración de Isaac, y Rebeca concibió, pero desde el mismo vientre, los niños luchaban entre sí. La reacción de Rebeca ante este problema parece sembrar en ella la frustración y la desesperanza. En su consulta con Jehová, este le responde:
“Dos naciones hay en tu seno, dos pueblos divididos desde sus tus entrañas. Un pueblo será más fuerte que el otro pueblo, y el mayor servirá al menor” (Génesis 25: 23)
En el nacimiento de estos, se libra también una batalla que continuo de manera repetida; primero cuando Esaú cambia su primogenitura por un potaje que Jacob había preparado y más tarde, cuando Rebeca en complicidad con su hijo, engañan a Isaac para que este le diera la bendición a Jacob.
Fue una lucha por la supremacía del uno sobre el otro sin saber que detrás de todo esto, se movía la mano de Dios.
Esta lucha no ha terminado y continúa aun con nuevos protagonistas, con más fuerza, con nueva tecnología, con armas sofisticadas. Una lucha de dos pueblos que empezó en el vientre de Rebeca y que se ha extendido hasta nuestros días, y que culminara en un conflicto de proporciones gigantescas que afectara a todo el mundo.
Lo que comenzó por un simple “guisado de lentejas” se convirtió en un conflicto familiar que ha tomado dimensiones de grades proporciones y que hoy en pleno siglo XXI tienen al mundo al borde de un conflicto nuclear.