domingo, 28 de octubre de 2012

CARACTERÍSTICAS QUE DEFINEN A UN BUEN PASTOR.


CARACTERÍSTICAS QUE DEFINEN A UN BUEN PASTOR.

POR: MISAEL REYES

BASE BÍBLICA: Juan 10: 1 – 14

INTRODUCCIÓN.

En este mes celebramos el mes de la familia pastoral como un merecido reconocimiento a esos hombres y mujeres que día a día se entregan al cuidado de la iglesia. Pero es verdad que esta función pastoral se ve muchas veces desmeritada por la presencia de “obreros fraudulentos y lobos rapaces que dispersan el rebaño”

El cap. 10 de Juan, constituye el último discurso público de Jesús y el último enfrentamiento con los dirigentes judíos, introducido con una alegoría del buen pastor que ama y se sacrifica por sus ovejas. En este cap. 10 tenemos un discurso que presenta a Cristo como amor en que el pastor da su vida por sus ovejas. Jesús emplea la figura del buen pastor para señalar un contraste marcado entre su propio ministerio y el de los falsos pastores. Los judíos, y especialmente los fariseos, presentados en los capítulos anteriores como opositores hostiles a Jesús, se describen aquí como los falsos pastores

La presencia de lo “FALSO Y LO ENGAÑOSO” no es nuevo. Las falsas identidades han estado presente, incluso, desde la misma creación. (Gen 3.) De allí en adelante, la serpiente antigua, que se llama diablo o satanas; ha continuado con su cadena de engaños adoptando  cualquier forma de apariencias espirituales, utilizando incluso a los mismo ministros cristianos; como instrumentos para tratar de fomentar divisiones entre la propia iglesia y llevar a cabo sus planes perversos.
El Señor hablando a través del profeta Isaías califica a estos impostores, como “…PERROS DE VORAZ APETITO; nunca parecen saciarse. Son pastores sin DISCERNIMIENTO; cada uno anda por su propio camino. Todos sin excepción, procuran su propia ganancia. (Isaías 56: 11, 12. NVI)
En el libro de Jeremías el Señor hace una fuerte acusación contra los pastores y los acusa de: revelarse contra el, de volverse necios, de destruir su viña, de dispersar el rebaño, de buscar sus propios intereses y proclama contra ellos una terrible sentencia.
(Jeremías 2: 8.   10: 21.   12:10.  23: 1.   25: 34; 50: 6.   Ezequiel.34: 2, 7 – 10; Zacarías 10: 3.)
En el NT el mismo Jesús al igual que Pablo y otros apóstoles, exhortan a los creyentes a mantenerse alertas ante la aparición de los “lobos vestidos de ovejas” (ver: Mateo 7: 15, 16; 24: 11; 24:24; Hechos 20: 29; 2ª. Pedro 2: 1; 1ª. De Juan 4: 1.))
Así que no nos debe sorprender que hoy se cuenten por miles, los falsos pastores que se la pasan merodeando al rebaño para dispersar y trasquilar a las ovejas y obtener ganancias de su lana. Falsos pastores que no están entrando por la puerta sino que están entrando encubiertamente por otro lado.
Porque algunos hombres han entrado ENCUBIERTAMENTE, los que desde antes habían sido destinados para esta condenación, hombres impíos, que convierten en libertinaje la gracia de nuestro Dios, y niegan a Dios el único soberano, y a nuestro Señor Jesucristo”. (Judas 1: 4)
En consecuencia, es necesario que estemos alertas para no dejarnos sorprender por estos “ladrones y salteadores” (Jn 10: 1. NVI)
La Biblia, la Palabra de Dios da pautas muy claras a cerca de las CARACTERISTICAS QUE DEFINEN A UN BUEN PASTOR como también señala las características para identificar a los falsos pastores.
Entre las características que definen a un buen pastor, tenemos las siguientes:

I.        EL BUEN PASTOR ENTRA POR LA PUERTA AL REDIL DE LAS OVEJAS. (v. 2)

Jesús utiliza la figura de un pastor y sus ovejas para marcar la diferencia que existía entre los “falsos pastores” y el “buen pastor” que da su vida por las ovejas. También para ilustrar el cuidado y el amor que deben tener con la iglesia (ovejas) aquellos que han sido llamados a ocupar la honrosa tarea de apacentar la grey del Señor.
 Aunque no se mencione en este pasaje la palabra “Iglesia” es obvio pensar que Jesús si la tenia en su en mente por lo que dice el v. 16 También tengo otras ovejas que no son de este redil; aquéllas también debo traer, y oirán mi voz; y habrá un rebaño, y un pastor”. (NVI) Jesús no estaba pensando en la idea de tener rebaños de ovejas. Se refería a los judíos y al pueblo gentil que mas tarde vendría a formar parte de las “otras ovejas que no son de este redil; aquéllas también debo traer, y oirán mi voz; y habrá un rebaño, y un pastor” (v. 16)
¿Por qué utilizo esta figura del pastor y las ovejas? Porque no hay otra palabra que mejor encaje dentro del concepto bíblico de la definición de la iglesia. Jesús dejo claro que su iglesia estuviera al cuidado de buenos pastores (Jn 21: 17) y el mismo se definió como “el buen pastor que da su vida por las ovejas”? (10: 11.) ¿Y quienes son esas ovejas por las cuales el Señor da su vida? Claramente es la iglesia formada por judíos y gentiles.
Veamos lo que dice Hechos 20:28: Por tanto, mirad por vosotros, y por todo el REBAÑO en que el Espíritu Santo os ha puesto por OBISPOS, para apacentar la IGLESIA del Señor, la cual él GANÓ por su propia sangre. 
Ahora bien, ¿Qué significa entrar por la puerta al redil de las ovejas?
“El redil era un lugar seguro contra las fieras, los ladrones y las tempestades. Normalmente consistía de un círculo o cuadro, rodeado por un muro de piedras y con una sola entrada. Los pastores metían sus ovejas dentro de ese corral para las horas de la noche y uno de ellos, el portero, se acostaba en la abertura. Los pastores, y los que ellos conocían, podían entrar y salir con el permiso del que guardaba la entrada, pero éste resistiría a un ladrón hasta la muerte si fuera necesario. La única manera segura que el ladrón tenía para entrar sería saltando por el muro. El hecho de subir por otra parte, y no por la puerta, lo identificaría como ladrón y salteador.
El pastor, cuyas ovejas se guardaban en el redil, tendría acceso libre por la puerta. Jesús, en esta afirmación, sólo establece la rutina que era conocida generalmente en el medio oriente”

Entrar por la puerta al redil de las ovejas es una señal de confianza, contrariamente al falso pastor que entra por otro lado, a escondidas y con malas intenciones. V. 1, 10.)
Entrar por la puerta es utilizar la vía correcta con plena libertad, sin temor a ser descubierto. Significa que no soy un extraño, tengo una identidad que es reconocida y soy digno de confianza y gozo del reconocimiento  de todos. El entrar por la puerta hace que:

(1) El portero le permita libre acceso al redil de las ovejas,

(2) las ovejas tienen oído audible a la voz del buen pastor, reconocen su voz,
(3) el buen pastor conoce el nombre de las ovejas, eso significa que tiene una estrecha relación con ellas. La llama por nombre indica un valor especial e individual que el buen pastor asigna a cada oveja.

(4) el buen pastor saca a las ovejas del redil, del círculo, del encierro y las lleva a “lugares de delicados pastos” v. 3 (Salmos 23.)

II.        EL BUEN PASTOR VA DELANTE DE LAS OVEJAS. (v. 4.)

Este cuadro (v. 4) que describe la manera de conducir las ovejas difiere grandemente de la costumbre en la mayoría de los países hoy en día. En vez de ir por delante de las ovejas, abriendo camino y enfrentando cualquier peligro, los dueños o pastores van detrás muchas veces a caballo, o con perros que asustan y aun muerden las piernas para obligarlas a moverse en cierta dirección.
Los falsos pastores las echan afuera para deshacerse de ellas, pero el buen pastor las lleva afuera para alimentarlas. El buen pastor quiere sacarlas del “redil rígido” de la ley e introducirlas al pasto libre del evangelio.
El buen pastor, es guía para sus ovejas va al frente para señalar el camino, buscar el mejor pasto y los arroyos donde las ovejas puedan alimentarse.
Hoy se ha puesto  de moda que los pastores se quedan en el “redil” disfrutando muchas veces del confort de su oficina y envían a las ovejas sin importarle que clase de peligro tengan que enfrentar. Ahora los pastores (ahora apóstoles y profetas) se hacen rodear de un gran número de ministerios para cargarlos de  cualquier tipo de información en sus interminables consejos ministeriales y luego informar al pastor de su ejecución para que este tenga los insumos necesarios para presentar su informe de los logros obtenidos por su gestión pastoral.
En este pasaje se nos enseña que el pastor va delante de las ovejas, dando el ejemplo, marcando la ruta, detectando los peligros y buscando lugares de refugio en las tormentas.
El ministerio pastoral no es una función que se pueda manejar a control remoto, requiere presencia y entrega.

III: LAS OVEJAS SIGUEN AL BUEN PASTOR. (V. 4)

Se cuenta de un turista en Siria que encontró a tres pastores con sus ovejas revueltas, tomando agua. Después de un tiempo uno de los pastores llama:  “MEN-AH, MEN-AH” en árabe “SIGANME” y subió a una loma. Al escuchar su voz sus ovejas dejaron a las demás y le siguieron. El segundo pastor hizo lo mismo y también sus ovejas lo siguieron.
El turista pregunto al tercer pastor: “si yo me pongo su ropa y tomo su vara y las llamo, ¿me seguirán? Haga la prueba dijo el pastor. Lo hizo pero sin resultados, porque no reconocieron su voz. ¿Quiere decir que no seguirán a nadie mas que a usted? Pregunto el hombre. “NO” le dijo el pastor “cuando están enfermas, seguirán a cualquiera que las llame”

Lamentablemente en el día hoy hay muchas “ovejas” que están siguiendo al pastor equivocado. Están siguiendo las huellas de un falso pastor que solo las conducirá en otra dirección menos a “lugares de frescos pastos y fuentes de agua”
Seguir al buen pastor me garantiza seguridad, alimentación y su cuidado.

IV. LAS OVEJAS RECONOCEN LA VOZ DEL BUEN PASTOR.

Borchert describe su experiencia en Palestina y cómo los pastores de ovejas las guiaban, yendo adelante y cantando o silbando. Las ovejas aprenden a distinguir el timbre de la voz de su como los pastores van de mañana al Redil donde están las ovejas mezcladas de varios pastores. Uno por uno, los pastores se ubican en el portón del redil y comienzan a cantar y silbar. Todas las ovejas suyas se levantan de entre las otras y comienzan a seguirle, dejando a todas las demás en su lugar y esperando su turno.

·         Conocer la voz del buen pastor es tener la capacidad de afinar el oído a la palabra de Dios para percibir sus consejos y sus orientaciones.
·         Conocer la voz del buen pastor, es estar atento al más mínimo ruido extraño que pueda dañar nuestros sentidos espirituales para no escuchar la voz de Dios,
·         Conocer la voz del buen pastor, es detectar aquellos acordes disonantes que pueden estropear la ejecución de una melodía.
·         Conocer su voz es una expresión que no sólo habla de la habilidad de distinguir un sonido, sino de confianza en la orientación sabia de su dueño, sabiendo que las quiere y las guiará a lugares de buen pasto y agua.

Se cuenta que en una ocasión un hombre se vistió de la ropa de un pastor para determinar si sus ovejas le seguirían, pero cuando quiso imitar el llamado del pastor, las ovejas levantaron la cabeza y corrieron, no hacia él, sino en la dirección opuesta. En esta manera se comprobó que las ovejas siguen más bien por el timbre de la voz y no por la vista, pues la vista puede engañar.

CONCLUSIÓN:

Jesús es nuestro buen pastor 10:1-18
El vigila a sus ovejas tanto en la lluvia como en los días de sol. Él expone su vida para protegerlas. Jesús tomó este ejemplo de su propio entorno y comparó su ministerio con el trabajo que hace un pastor bueno, en contraste con el trabajo del pastor malo al que él llama asalariado.
Las características del asalariado (10:12–14).
No es el pastor, no tiene relación con las ovejas, huye frente al ataque del lobo o del ladrón y No le importan las ovejas.
Las cualidades del buen pastor (10:11, 14, 15).
 Ama a sus ovejas, las ovejas saben que su pastor las ama y las lleva a lugares de reposo y las cuida durante todas las horas del día.
Las ovejas tienen una lealtad absoluta hacia su pastor. Lo siguen día y noche a cualquier parte y les da vida en abundancia (10:9–11). Esto consiste en tener el gozo y la paz que da la presencia constante del pastor, y saber que si fuera necesario él daría su vida por sus ovejas. En el momento oportuno, en el momento de crisis, él lucha para proteger a sus ovejas. El buen pastor da su vida por las ovejas (10:11–15).
Ni la muerte puede triunfar sobre él y su misión, v. 28.
Él les da vida eterna y no perecerán jamás. Nadie puede quitarlas de su mano. Él dijo: “Yo y el Padre uno somos” (10:30).
Su protección se extiende aún más allá de la muerte. Cristo acompaña a los suyos por el valle de la muerte y los conduce a un mundo mucho más hermoso y feliz.