lunes, 11 de mayo de 2015

LA SABIDURÍA NO TIENE PRECIO.

Por: Misael Asarías Reyes Bonilla:

 Porque mejor es la sabiduría que las piedras preciosas; Y todo cuanto se puede desear, no es de compararse con ella. Proverbios 8:11 

Una de las definiciones que hace el diccionario de la palabra sabiduría es: "Facultad de las personas para actuar con sensatez, prudencia o acierto"

También se define la sabiduría como el nivel mas elevado de conocimiento, osea poseer dominio sobre algún tema o materia. Si una persona adquiere una preparación en literatura es posible que desarrolle sus conocimientos en esa área.

 La sabiduría también se refiere a la conducta o al comportamiento sensato e inteligente de una persona para ubicarse en el lugar correcto y asistir o brindar apoyo a otros,  sea ya en el campo del deporte u otra actividad.

La sabiduría no siempre esta vinculada al conocimiento teórico o practico, porque una persona puede adquirir todos los conocimientos del mundo y no tener sabiduría.

Esta escrito en la biblia en  Proverbios 1:7, "El principio de la sabiduría es el temor de Jehová; los insensatos desprecian la sabiduría y la enseñanza".

La Sabiduría es la habilidad de ver la vida desde la perspectiva divina y luego escoger la mejor forma de actuar. Eclesiastés 8:1, "¿Quién como el sabio? ¿y quién como el que sabe la declaración de las cosas? La sabiduría del hombre ilumina su rostro, y la tosquedad de su semblante se mudará".

Cuantos dolores, cuanta incomodidad evitaríamos si aplicáramos este principio a nuestro diario vivir.
Cuantos problemas evitaríamos en la calle al respetar la luz del semáforo, el paso de los peatones. Cuanta vergüenza evitaríamos a quienes nos rodean sin tan solo usáramos esa sabiduría que viene Dios para actuar.

De que vale un cumulo de conocimientos humanos, de títulos universitarios y otras especialidades si  si eso no cambia nuestra actitud, si eso no contribuye a la felicidad de otros. 

Si los logros humanos que hemos adquirido no traen felicidad personal, familiar y colectiva, realmente no valió la pena perder   tiempo.

El consejo bíblico es a buscar esa sabiduría que viene de los alto. Santiago 1:5, "Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada".