miércoles, 4 de enero de 2017

DIA 2. DE LA SOLEDAD A LA COMPAÑÍA



Por: Misael Asarias Reyes Bonilla

Cita Bíblica para la reflexión de  hoy: Génesis 2

23. Dijo entonces Adán: Esto es ahora hueso de mis huesos y carne de mi carne; ésta será llamada Varona, porque del varón fue tomada.

Todos los actos creadores de Dios deberían inspirar confianza en cada creyente y alentarlos a vivir vidas santas y de victorias sobre los afanes de nuestro diario accionar. No en vano Dios se esmeró en cada detalle de su creación para darle al hombre la confianza para creer en él.

La forma como Dios le trae compañía al hombre, (v. 21) constituye uno de los milagros más sorprendentes de la creación. El broche de oro con el que Dios culmino su  creación, fue la constitución del matrimonio entre la primera pareja. (v. 22)  En su omnisciencia Dios sabía que su creación no podía funcionar sin la relación estable de un hogar fundamentado en principios y leyes espirituales. Había de todo en la incipiente creación,  pero faltaba algo que le diera peso y colorido al universo creado.

La mayor crisis que aqueja hoy al mundo, no es la falta de los servicios básicos, ni de sistema capitalista, socialista o democrático, la crisis que vive la humanidad se debe, a la ausencia de Dios de las familias, de las escuelas, de las instituciones y de las vidas de quienes ostentan puestos de preeminencia.

No se puede ser buen padre si nuestros principios y ejemplos, son una afrenta y una vergüenza para quienes están bajo nuestra autoridad. No se puede gobernar con justicia a una nación, si alejamos a Dios de las decisiones que beneficien a un colectivo, no se puede ser buen maestro si nuestro comportamiento dista mucho de lo que son los valores y las buenas costumbres. No se puede ser buen esposo si no reconocemos que esa costilla que Dios saco de tu costado y te ha traído, es “huesos de tu huesos y carne de tu carne” (v. 23) que no es tu esclava, no es tu sirvienta o tu muchacha de mandado. Debes entender que ahora debes brindarle abrigo, protección y un hogar donde habitar como una pareja. 

Cuando te propones formar un hogar,  es necesario que empieces a volar solo y manejar tu hogar de manera independiente; lejos de la tutela de tus padres. (v. 24) La interferencia de los padres en el comienzo de un nuevo hogar,  puede ser dañina y provocar situaciones lamentables.


Si estás pasando por problemas de relación con tu pareja, o con tus hijos, aún es tiempo de rectificar y empezar a caminar la senda hacia la verdadera felicidad. Dios puede hacer de la nada un hermoso y acogedor Edén de amor para ti.