lunes, 20 de agosto de 2018

UNA CHISPA DE FE PUEDE AVIVAR UN GRAN FUEGO




POR; MISAEL ASARIAS REYES BONILLA

TEXTO BIBLICO: 2º REYES 19



15. Y oró Ezequías delante de Jehová, diciendo: Jehová Dios de Israel, que moras entre los querubines, sólo tú eres Dios de todos los reinos de la tierra; tú hiciste el cielo y la tierra. 16. Inclina, oh Jehová, tu oído, y oye; abre, oh Jehová, tus ojos, y mira; y oye las palabras de Senaquerib, que ha enviado a blasfemar al Dios viviente.


La arrogancia y la prepotencia, son síntomas de un corazón enfermo, y desequilibrado; que confía en sus fuerzas para sembrar el temor y aplastar a los más débiles.

Senaquerib, cuyos ejércitos habían capturado todas las ciudades fortificadas de Judá, envió un mensaje a Ezequías para que se rindiera ya que la resistencia era inútil.

Dándose cuenta de que la situación era desesperada, Ezequías fue al templo y oró. Dios contestó la oración de Ezequías y liberó a Judá al enviar un ejército para atacar la capital asiria, forzando así a Senaquerib para que saliera de una vez.

La oración debe ser nuestra primera respuesta en cualquier crisis. No espere hasta que se pierda toda esperanza en la situación. Ore diariamente por su dirección. Nuestros problemas son oportunidades para Dios.

La oración de Ezequías nos proporciona un buen modelo. No debemos temer acercarnos a Dios con nuestras oraciones, sino que debemos ir a El con respeto por lo que El es y por lo que puede hacer.

Es arrogante pensar que nosotros solos somos responsables por nuestros logros. Dios, como Creador, gobierna sobre las naciones y las personas.

Ezequias supo confiar en Dios, su fe en el creador, hizo posible que Dios actuara a su favor.

Mientras se mantenga una pequeña chispa, puede volverse a encender un fuego y avivarlo hasta que llegue a ser un incendio colosal.

De la misma manera, si tan sólo un pequeño remanente de verdaderos creyentes retiene la chispa de la fe, Dios puede reconstruirla y volverla una nación fuerte.

Y si sólo una pizca de fe permanece en un corazón, Dios puede utilizarlo para restaurar una fe abrasadora en ese creyente.

Si siente que sólo le queda una chispa de fe, pida a Dios que la use para reavivar un fuego abrasador de compromiso hacia El.