POR: MISAEL REYES
TEXTO BIBLICO:
 GENESIS 4: 3-5
Dos
 hermanos, hijos del mismo padre   y de la misma madre. Dos  ofrendas al
 mismo    Dios. Las dos ofrendas eran buenas,  pero una de ellas, ni el 
oferente ni la   ofrenda, no eran agradables a Jehová Dios.
Solo una ofrenda, fue de olor grato ante Jehová   Dios. Dice la palabra que:  “Y
 miró Jehová con AGRADO a ABEL Y A SU   OFRENDA, pero no miró con AGRADO
 A CAIN NI A SU OFRENDA, por lo cual Caín se   enojo en GRAN MANERA y 
DECAYÓ su semblante”. 
El asunto   de la ofrenda 
es una cuestión muy delicada. Muchas alusiones se hacen en la Biblia de 
cómo presentar   ofrenda a Dios.
En Mateo   5: 23, 24 dice “por
 tanto, si traes tu   ofrenda al altar y allí te acuerdas de que tu 
hermano  tiene algo contra ti, deja allí tu OFRENDA   delante del altar y
 VE, y RECONCILIATE primero con tu hermano, entonces VUELVE   Y PRESENTA
 tu ofrenda”
Aquí  hay una formula sencilla  que debemos observar al presentar nuestra   ofrenda  a Dios.
No es la cantidad de la ofrenda la   que agrada a Dios, es la calidad, la sencillez y humildad de corazón con que   se hace.
En
 nuestra época moderna, parece ser   que este concepto se ha cambiado. 
Muchos piensan que con sus ofrendas podrán   exigirle a Dios beneficios.
 Inmensas maratónicas se realizan por tv, donde se   les prometen a los 
hermanos que las cosas no serán las mismas después que la   persona pase
 al altar y haga su pacto de ofrendar. 
Caín pensó que su ofrenda sería  
 la mejor, y paso al altar a presentar su ofrenda,  pensando tal vez, 
que con eso tendría a Dios   de su lado, pero se equivoco. Dice la 
palabra: “pero   no miró con AGRADO A CAIN NI A SU OFRENDA, por lo cual Caín se enojo en GRAN   MANERA y DECAYÓ su semblante” 
 Esto
 no funciona de esa manera, además es un concepto que no tiene ninguna 
fundamentación bíblica. Hay que tener mucho cuidado con las motivaciones
 que tienes para ofrendar, porque muchas veces pueden revertirse en 
maldiciones,  (Ananías y Safira)  cuestiones negativas y pecaminosas en 
tu vida. ¿Como estas ofrendando?  ¿Agrada tu ofrenda a Dios? ¿Das para 
que Dios te devuelva el doble? ¿O lo haces como un acto de 
agradecimiento a Jehová Dios?

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