POR MISAEL REYES
GÉNESIS 26: 20 - 22
Entonces
Isaac se fue de allí y cavó otro pozo, pero esta vez no hubo ninguna disputa. A
este pozo lo llamó Espacios libres, y
dijo: «El Señor nos ha dado
espacio para que prosperemos en esta región.»
El pozo era una fuente de PROVISIÓN.
De allí dependía que el ganado, los sembradíos y las personas, pudieran
nutrirse para poder vivir.
Esto puede aplicarse muy bien a la iglesia, por eso la similitud entre pozo e iglesia.
Esto puede aplicarse muy bien a la iglesia, por eso la similitud entre pozo e iglesia.
El símil es
una figura literaria o recurso lógico que se utiliza para establecer una
comparación entre dos cosas parecidas, y expresa de forma clara, la relación de
una cosa con otra para dar una idea más viva de una de ellas.
Los pozos son construidos para
proveer alimento, la iglesia fue instituida por Jesús, para proveer alimento.
Por eso cuando se construye un pozo, el propósito es PROVEER agua para saciar la
sed. Cada vez que se funda una iglesia, el propósito es claro, PROVEER agua de vida
eterna a los sedientos. Por eso la Iglesia debe ser un espacio de libertad
unidad y de provisión. Cuando en una congregación hay sectores OPOSITORES que se abrogan el derecho de propiedad sobre ella; se generan enfrentamientos
que terminan en agresiones verbales y hasta intimidación con demandas en
tribunales.
Esto sin dudas ha provocado la salida violenta del pastor y todo su
entorno familiar, a buscar asilo religioso en otra congregación o fundar una
nueva Iglesia.
Mientras la iglesia de Cristo siga
en PLEITOS Y ENEMISTADES, mientras nuestras mentes sean invadidas por ideas
mezquinas e intereses POLÍTICOS y personales, mientras no entendamos que la iglesia no es una
PARCELA sino una fuente para llevar alimento y saciar al sediento; por más grandes
que sean los esfuerzos para conquistar el mundo, nunca lograremos alcanzar la
meta de llenar la tierra de la gloria de Dios, porque “…separados de mí no pueden ustedes hacer nada” (Juan 15: 2)
Mientras se sigan construyendo pozos
donde prive el legalismo, la competencia y el fanatismo; solo hay un fin: la
aniquilación de la iglesia.