POR: MISAEL A. REYES BONILLA
Mateo 13: 28.
El les dijo: Un enemigo ha hecho esto.
No sé si
calificar la acción de la iglesia de este siglo de fracaso o victoria; pero lo
que sí es cierto, es que su mensaje no es suficientemente convincente ni tampoco la
iglesia está haciendo todo lo que Jesús espera de ella. La imagen que la
iglesia está mostrando al mundo hoy; es semejante a las series de ciencia
ficción que presentan en películas y dibujos animados; donde unos
súper héroes con poderes extraordinarios descargan todo su fuerza sobre el mundo
del mal y a estos, (súper héroes) nadie les hace daño porque están protegidos y
son inmunes a los ataques de sus enemigos.
Es mi apreciación muy personal.
Es
indudable que a la iglesia le fue dada autoridad y poder para desarrollar su
misión en el mundo de “haced discípulos a todas las naciones” (Mateo 28: 18 –
20; Hechos 1: 8) sin embargo, la iglesia de hoy, (de la cual formo parte), ha perdido
la brújula y desvió su rumbo y cambio su mensaje; enfocando su visión hacia otros objetivos, que no
son malos; pero que no son la prioridad.
Un ligero
análisis de la iglesia del primer siglo y de los siglos posteriores nos revela, que
el avance y expansión del evangelio en ese tiempo radico entre otras cosas: a
una unidad inquebrantable en lo doctrinal y una visión evangelística y
misionera sin precedentesmucho mas allá de sus fronteras.
Todo marchaba muy bien. La iglesia se hacía sentir en las comunidades,
era una voz para denunciar las injusticias y el pecado aun de los gobernantes
de turno, hasta que “vino su enemigo y sembró
cizaña entre el trigo, y se fue”. (Mateo 13 v.26)
Desde ese mismo momento las cosas comenzaron a
funcionar mal y la fuerza de la iglesia se fue debilitando en su unidad
doctrinal y fue cambiando las calles, por la comodidad de los grandes templos,
del lucro, la fama y la prosperidad económica. Hoy la iglesia es una empresa
sin CHIMENEA que se codea y compite en fuerza económica con cualquier institución
secular. Esa siembra de buena semilla, fue alterada con la mala semilla.
El daño que el enemigo ha hecho ha sido devastador;
puesto que ha podido penetrar nuestro campo y nos ha vendido sus mentiras
disfrazadas de "verdades" que fácilmente han sido aceptadas como buenas, aun por
los mismos dirigentes y por la mayoría de sus miembros.
El enemigo nos vendió la idea que los, nombres y
las etiquetas denominacionales serian buenas para alcanzar los objetivos de la
gran comisión, pero solo se logro con eso; fraccionarnos y dividirnos.
Nos vendió la idea que no importa la forma que
utilices para adorar, que lo importante es que alabamos al mismo Dios, eso
trajo como consecuencia introducir en la adoración a Dios estilos y formas
tomados del mundo secular.
El enemigo ha logrado separarnos y cerrar más las
fronteras de nuestra fe con etiquetas denominacionales, consignas y avisos
como: NO PASE, PROPIEDAD PRIVADA
Se necesitara de mucha paciencia para esperar el
momento cuando Dios envíe a sus segadores para hacer la limpieza. El campo nuevamente debe ser sembrado de la buena
semilla de la esperanza.
Mientras esperamos ese momento, el testimonio de los creyentes debe ser más contundente y marcar la diferencia en el mundo necesitado. Es la única manera que tenemos para hacer que este mundo vuelva a Dios y sus vidas sean transformadas.
Mientras esperamos ese momento, el testimonio de los creyentes debe ser más contundente y marcar la diferencia en el mundo necesitado. Es la única manera que tenemos para hacer que este mundo vuelva a Dios y sus vidas sean transformadas.