ESCRITO POR: ANELY PONCE
Ciertamente,
en el cristianismo el fin no justifica los medios. El hecho de que nuestro
objetivo sea que el mundo conozca las buenas nuevas de salvación, no legitima
por sí solo los métodos que utilicemos para ello.
Es de todo conocido que muchas congregaciones actualmente
intentan "atraer" al mundo con estrategias nuevas y modernas,
generalmente relacionadas con el espectáculo y la entretención. Se montan obras
de teatro, café concert, olimpiadas, tocatas,
conciertos, y un sinnúmero de actividades cuyo objetivo es hacer sentir cómodo
a quienes no creen en Cristo. La idea es que ni se note que se trata de una
iglesia.
En otras palabras, para "atraer" al mundo, se termina
imitando al mundo, teniendo como resultado la secularización de la iglesia.
Cuando una congregación ya ha pasado por este proceso, es casi indistinguible
de un club social común y corriente. Las prédicas se destinan a agradar a los
oyentes, lo que por supuesto excluye toda mención a conceptos como
"pecado", "arrepentimiento", "santidad",
"juicio" o "infierno".
Pero, ¿Es este el fin que ha tenido la iglesia siempre? ¿Agradar
a los incrédulos? Veamos lo que dice la Biblia:
"Pues, ¿busco ahora el favor de los hombres, o el de Dios?
¿O trato de agradar a los hombres? Pues si todavía agradara a los hombres, no
sería siervo de Cristo" Gá. 1:10
"Así que, hermanos, cuando fui a vosotros para anunciaros
el testimonio de Dios, no fui con excelencia de palabras o de sabiduría. Pues
me propuse no saber entre vosotros cosa alguna sino a Jesucristo, y a éste
crucificado. Y estuve entre vosotros con debilidad, y mucho temor y temblor; y
ni mi palabra ni mi predicación fue con palabras persuasivas de humana
sabiduría, sino con demostración del Espíritu y de poder, para que vuestra fe
no esté fundada en la sabiduría de los hombres, sino en el poder de Dios"
1 Co. 2:1-5
"Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la
excelencia del poder sea de Dios, y no de nosotros" 2 Co. 4:7
"Y no os adaptéis a este mundo, sino transformaos mediante
la renovación de vuestra mente, para que verifiquéis cuál es la voluntad de
Dios: lo que es bueno, aceptable y perfecto" Ro. 12:2
"lo que los hombres tienen por sublime, delante de Dios es
abominación" Lc. 16:15b
Si la Biblia es tan clara, ¿Por qué entonces algunos insisten en
parecerse al mundo? ¿Serán realmente tan nobles sus fines?
Si alguno persiste en imitar lo secular para predicar mejor las
buenas nuevas, es porque tiene al menos 3 creencias erradas:
1) Que es la obra del predicador la que produce la conversión.
Si se cree esto, el predicador no diferirá mucho de un publicista o un asesor
político. Lo que importa es la popularidad, y no la verdad.
2) Que el Evangelio no es suficiente para convertir el corazón
del hombre. Si se cree esto, se buscará apoyo en métodos humanos, la
psicología, el mundo de la entretención y en general todo lo que sea eficiente
en atraer la atención y lograr convencimiento.
3) Que omitiendo la verdad bíblica sobre el pecado del hombre,
la santidad de Dios, la necesidad de arrepentimiento y la obra de la cruz, se
está predicando realmente el Evangelio.
El único "poder de Dios para salvación" (Ro. 1:16) es
el EVANGELIO COMPLETO. Todo lo demás, se quemará como hojarasca cuando llegue
la hora.
1ra Timoteo
6:3 Si alguno enseña otra cosa, y no se conforma a las sanas
palabras de nuestro Señor Jesucristo, y a la doctrina que es conforme a la
piedad,
6:4 está envanecido, nada sabe, y delira acerca de cuestiones y
contiendas de palabras, de las cuales nacen envidias, pleitos, blasfemias,
malas sospechas,
6:5 disputas necias de hombres corruptos de entendimiento y
privados de la verdad, que toman la piedad como fuente de ganancia; apártate de
los tales.
6:6 Pero gran ganancia es la piedad acompañada de
contentamiento;
6:7 porque nada hemos traído a este mundo, y sin duda nada
podremos sacar.
6:8 Así que, teniendo sustento y abrigo, estemos contentos con esto.
6:9 Porque los que quieren enriquecerse caen en tentación y
lazo, y en muchas codicias necias y dañosas, que hunden a los hombres en
destrucción y perdición;
6:10 porque raíz de todos los males es el amor al dinero, el
cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de
muchos dolores.
6:11 Mas tú, oh hombre de Dios, huye de estas cosas, y sigue la
justicia, la piedad, la fe, el amor, la paciencia, la mansedumbre.
6:12 Pelea la buena batalla de la fe, echa mano de la vida
eterna, a la cual asimismo fuiste llamado, habiendo hecho la buena profesión
delante de muchos testigos.
Que el Señor tenga misericordia y enmiende nuestra senda. A Él
sea la gloria por los siglos. Amén!!!.
gracias hermano por compartir la palabra del señor para bendecir a otros,desde Chile un gran abrazo
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