POR MISAEL REYES
TEXTO BIBLICO: GENESIS 13:
6. Y LA TIERRA NO ERA SUFICIENTE PARA QUE HABITARAN JUNTOS, PUES SUS POSESIONES ERAN MUCHAS Y NO PODÍAN HABITAR EN UN MISMO LUGAR. 7. Y HUBO CONTIENDA ENTRE LOS PASTORES DE ABRAM Y LOS PASTORES DEL GANADO DE LOT.
El camino recorrido por Abram, no fue fácil. Había muchas dificultades que debía enfrentar antes de conquistar esa tierra que era habitada por el cananeo y el ferezeo.
No había caminos ni mucho menos carreteras asfaltadas que facilitaran ese largo viaje desde Ur, hasta Canaán, límite con el mar mediterráneo.
Tampoco habían comisiones encargadas para darle la bienvenida en cada aeropuerto donde llegara, ni iglesias anfitrionas, el tenia que construir altares y tiendas en cada lugar. En si, no era nada fácil, solo la fe y la visión de este siervo, hizo posible alcanzar esta meta.
Tampoco habían comisiones encargadas para darle la bienvenida en cada aeropuerto donde llegara, ni iglesias anfitrionas, el tenia que construir altares y tiendas en cada lugar. En si, no era nada fácil, solo la fe y la visión de este siervo, hizo posible alcanzar esta meta.
Pero un día surge un problema. La tierra para Abram y Lot, ya no era suficiente para los dos, y esto ocasiono que los pastores de ambos riñeran por los espacios. La sabia intervención de Abram hizo posible que el problema quedara aparentemente resuelto, eso se llama espíritu de tolerancia y conciliación.
Cuando hay cosas más importantes en que pensar y ocuparse, las discusiones, no cuentan. Abram y Lot eran familia, éste se hizo cargo de Lot cuando su hermano murió en Ur de los caldeos. Abram tenía un profundo amor y cuidado por Lot, para todas partes que se iba, siempre lo llevaba con él. Lot también se hizo rico y tenía muchas posesiones producto de su trabajo. Pero pasó lo que regularmente pasa en cualquier congregación cristiana en este siglo XXI, cada uno se fue por su lado.
Esta historia se repite a diario en las iglesias de Cristo. Crecemos y caminamos juntos, asistimos a la misma congregación, compartimos del compañerismo y la comunión, pero sucede que un día nos pica el gusanito de la grandeza y nos damos cuenta que ya no cabemos en la misma congregación. Ya la iglesia nos queda chiquita, nos hemos enriquecido de tanto conocimiento, y decidimos arrancar para hacer nuestra tienda aparte y nos vamos, y detrás de nosotros, arranca también un montón de gente.
Muchas veces logramos llegar a buena tierra y nos establecemos allí y somos de bendición, pero en otras oportunidades, establecemos nuestras tiendas en dirección equivocada.
El gran problema que padece hoy día la iglesia de Cristo es que nadie quiere estar bajo sujeción de nadie y allí comienzan las contiendas. Con razón el mundo de hoy está inundado de un número muy elevado de congregaciones que han construido sus tiendas en dirección a las llanuras de la prosperidad de Sodoma y Gomorra. Iglesias con doctrinas erradas y practicas anti bíblicas, que están dando mucho que decir en la sociedad. Hermanos que han dividido iglesias solo por el orgullo y la vanidad y hoy solo quedan escombros de esas congregaciones.
Abram y Lot representan dos clases de iglesias. Una cuyo propósito no está enfocado en la riqueza, ni la fuerza, ni la fama, ni el poder intelectual ni económico, sino en la visión de alcanzar a las naciones para Dios.
La otra, que aunque conoce a Dios, ha levantado sus ojos a las grandes llanuras de la prosperidad, del intelecto humano, de la política, y las artes.
Llegar a la tierra prometida no será fácil, divididos será mucho más difícil. No dejemos que las pequeñas cosas nos separen. Podemos ir a la izquierda o a la derecha, siempre y cuando, estemos enfocados en un solo propósito: LA GRAN COMISIÓN, rescatar almas para el Reino de los cielos.
