sábado, 1 de diciembre de 2012

LO POSITIVO LO NEGATIVO Y LO INTERESANTE DE LA NAVIDAD


Por Misael Reyes

CITA BÍBLICA:

¿Qué importa? Al fin y al cabo, y sea como sea, con motivos falsos o con sinceridad, se predica a Cristo. Por eso me alegro; es más, seguiré alegrándome. (Fil 1: 18)

INTRODUCCIÓN.
La conmemoración del nacimiento de Jesús, es la fiesta más universal de Occidente. Se celebró por primera vez el 25 de diciembre de 336 en Roma, pero hasta el siglo v, la Iglesia de Oriente siguió conmemorando el nacimiento y el bautismo del ‘niño Dios’ de los cristianos el 6 de enero.

La palabra NAVIDAD  proviene del latín nativitas, nativitatis (nacimiento, generación).
Pero no quiero entrar en detalles  ni discusiones en  cuanto a la fecha de la navidad, ni tampoco discutir si es una fiesta pagana o no. Ya muchos han ahondado en este tema y seria redundar en un tema del que ya otros han  escrito.

No tengo la más mínima intención de entrar en polémica teológica en cuanto al tema, más bien mi propósito es, destacar LO POSITIVO, LO NEGATIVO Y LO INTERESANTE DE LA NAVIDAD y  a que cuestiones podemos sacarle provecho, y que cosas tenemos que desechar.

El texto que sirve de base a esta reflexión dice: ¿Qué importa? Al fin y al cabo, y sea como sea, con motivos falsos o con sinceridad, se predica a Cristo. Por eso me alegro; es más, seguiré alegrándome. 
A pesar de todas las cosas que se comentan de la navidad: (que es una fiesta pagana, que es un invento de la iglesia católica, que no es esa la fecha) hay en todo esto muchas lecciones que aprender y mucho para reflexionar.

Pablo, siervo de Dios inspirado por el Espíritu Santo, parece que no le preocupaba mucho ni le quitaba el sueño el hecho de que algunos no estuvieran alineados en el mismo pensamiento de su fe cristiana y que anunciaran un  evangelio por motivos egoístas y personales; más bien él se alegraba por eso, porque  de todas formas el nombre de Jesús era  proclamado. Había confrontaciones que en vez de perjudicar el avance del evangelio, lo fortalecían.

Estamos ya en los umbrales de la navidad donde las gentes hace sus preparativos para celebrar por todo lo alto este evento, unos de una manera otros de otra.
Ahora bien, realmente  que provecho podemos sacar de eso que la gente por generaciones ha llamado navidad? ¿Cómo podemos los creyentes en Cristo usar esta festividad como un arma poderosa en la proclamación de las  buenas nuevas de salvación?  

Jesús el hijo de Dios, nunca desaprovecho las oportunidades para cumplir sus propósitos.
El fue a una boda que se supone que no era cristiana, donde  BEBIAN vino y muchas cosas típicas del momento.  Se acabo el vino y el Señor aprovecho esta oportunidad no para convertir el agua no en Coca-Cola (porque es lo que tomamos los evangélicos) sino que convirtió el agua en vino nuevamente y allí demostró su poder.
Hay muchas referencias donde Jesús se relaciono con gentes que eran marginados. Entro en casa de los publicanos, iba a las sinagogas, comía con pecadores ese era su campo de trabajo.  

Veamos ahora como podemos nosotros aprovechar la navidad para realizar una estupenda labor misionera y evangelística:

LO POSITIVO DE LA NAVIDAD:

1. Cumplimiento profético:  
Muchos profetas en el Antiguo Testamento anunciaron con precisión el desarrollo de  este acontecimiento con lujo de detalles. ENTRE ELLOS DESTACAN CON SINGULAR IMPORTANCIA:

Isaías 7:14 "Por tanto, el Señor mismo os dará señal: La virgen concebirá y dará a luz un hijo, y le pondrá por nombre Emanuel."

Isaías 9:6 "Porque un niño nos ha nacido, hijo nos ha sido dado, y el principado, sobre su hombro. Se llamará su nombre Admirable consejero, Dios fuerte, Padre eterno, Príncipe de paz."

Miqueas 5:2-5 "Pero tú, Belén Efrata, tan pequeña entre las familias de Judá, de ti ha de salir el que será Señor en Israel; sus orígenes se remontan al inicio de los tiempos, a los días de la eternidad. Pero los dejará hasta el tiempo que dé a luz la que ha de dar a luz…"
Hay por lo menos unas 70 profecías que hablan del nacimiento de Jesús y que tuvieron su cumplimiento tal como fue profetizado.

Pero cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer, y nacido bajo la ley. (Gálatas 4:4,

Lucas 2:7 7. Y dio a luz a su hijo primogénito, y lo envolvió en pañales, y lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el mesón.

Apocalipsis 12:5. 5. Y ella dio a luz un hijo varón, que regirá con vara de hierro a todas las naciones; y su hijo fue arrebatado para Dios y para su trono.).

Esto es lo que asombra aun, como los profetas a pesar de vivir épocas distintas, de distintas profesiones, pudieron sincronizarse para no contradecirse en lo que decían. Es emocionante cuando analizamos la profecía bíblica en cuanto al nacimiento de Jesús, como el hilo profético se cumplió sin alteraciones u omisiones.
  
2. Nació mi Redentor:
Vivíamos subyugados al pecado sin esperanza y sin salvación pero una noche en los campos de Belén unos humildes pastores fueron sorprendidos por esta  grata noticia:
«No tengan miedo. Miren que les traigo buenas *noticias que serán motivo de mucha alegría para todo el pueblo.11 Hoy les ha nacido en la ciudad de David un Salvador, que es *Cristo el Señor
Desde ese día nuestras angustias fueron saciadas, nuestros problemas fueron quitados y la muerte fue derrotada, porque nació Mi Redentor, ¡aleluya! Somos libres. 
3. Un evento que cambio la historia:
La historia fue dividida en dos; en el antes y después de Cristo, entre la salvación por obras y en la salvación  por gracia, entre los adversarios y los discípulos, entre los detractores y los que testifican de Jesús.
Esto trastorno la mente de los gobernantes de turno. No se explicaban como alguien que era desconocido, venia con una nueva manera de pensar, una nueva forma de concebir la vida y el valor de las almas, de alguien que se atrevió a desafiar a los imperios y condenar las  tradiciones ya establecidas.
A partir de ese momento, la historia cambio totalmente desde todo punto de vista. Y aun Jesús sigue siendo un impacto en las vidas de muchas gentes.
4. Dios se hizo presente entre nosotros:
La manifestación de Dios entre nosotros, fue un ejemplo de amor incomparable.
Todo esto sucedió para que se cumpliera lo que el Señor había dicho por medio del profeta: «La virgen concebirá y dará a luz un hijo, y lo llamarán Emanuel» (que significa «Dios con nosotros»).

Dios despojándose de toda su gloria, dejando su trono para venir a morar con nosotros. Me amo tanto  Dios, que no le importo mi condición y vino a saciar mi necesidad y a sufrir por mí.
Que significado más grande tiene la navidad: Jesús naciendo en mi corazón.
5. Un nacimiento que ha permanecido en el tiempo y en la historia.
La historia nos habla de muchos hombres que nacieron, vivieron y murieron. Que descollaron  la cima del pensamiento humano, pero las tumbas de ellos permanecen en el abandono y la fecha de sus nacimientos casi no son recordadas.
Cuan diferente es el nacimiento de Jesús, que aun hoy a miles y miles de año de su nacimiento, el mundo recuerda ese momento con profunda devoción, unos de una manera otros de otra, pero nos alegramos, porque  el nombre de Dios es glorificado.
Buda, Mahoma, Napoleón, Sócrates y otros,  son recordados por un grupo muy reducido, pero Jesús, aun en los propios pueblo de estas sectas extremistas, se le venera como el más grande hombre que ha pisado esta tierra, porque él no era un hombre común, era Dios.
6. La unidad familiar:
Es positivo la celebración de la navidad, porque te encuentras con tus seres queridos, y como es un tiempo especial, renace el amor y demuestras el cariño que les tienes.
Después de una dura faena de trabajo, estudios y una diversidad de actividades, la familia se reúne para compartir y limar las asperezas que pudieron confrontar y darse fuerzas para reanudar sus actividades con ánimo el próximo año.
7. Un ejemplo de humildad:
La navidad no es ostentación sino que tiene que estar caracterizada por la humildad de corazones agradecidos. Es despojarnos de todo aquello que consideremos importante en nuestras vidas para hacer felices a muchos.
Jesús se humillo hasta lo sumo a fin de lograr para nosotros la felicidad y la vida eterna.
8. Fue un propósito divino:
La navidad trajo esperanza al mundo. Estaba en los planes de Dios salvar a la humanidad del sufrimiento eterno.
Fue un propósito que salió del propio trono y del corazón de Dios. El nacimiento de Jesús no fue un simple acontecimiento improvisado, tenía un propósito divino.
Tampoco fue un tiempo para que el hombre lo invirtiera como a él mejor le parecía, fue un tiempo de esperanza, de reconciliación y de paz y el hombre debía utilizarlo para los propósitos soberanos de del Padre Celestial

LO NEGATIVO DE LA NAVIDAD:

1. Se distorsiona la verdad y el verdadero significado: 
El mundo secular ha distorsionado el verdadero significado de la navidad y se ha inventado imágenes representativa: San Nicolás, Papa Noel, El espíritu de la navidad, El árbol de navidad y quitan a Jesús como el centro de este acontecimiento
2. Se usa con fines comerciales:
Las grandes cadenas de tiendas en cada temporada de navidad abarrotan sus estantes con toda clase de regalos para grandes y chicos. La especulación aumenta en todos los rubros que muchas veces se hace imposible la adquisición de los alimentos de primera necesidad.
Los intercambios son frecuentes, obligando a todos a comprarse costosos regalos para compartir con su amigo secreto.
En si, en ese sentido la navidad pierde su sentido original.
3. Sumerge  en nostalgia al que no tiene:
Muchos niños lloran y se sumergen en la tristeza al no poder tener el regalo que otro niño de su edad puede tener.
 Esto lo va convirtiendo como en una  víctima, y llega a pensar en su mala suerte y reniegan  de sus padres por ser pobres y hasta del mismo niño Jesús que no les trae regalos. Y se preguntan ¿Por qué les trajo a este y a mí ni me trajo?
4. Se promueve la idolatría adorando personajes ficticios:
Se le da personalidad a personajes ficticios tales como Santa Claus, San Nicolás, Papa Noel, El espíritu de la Navidad, El Árbol de Navidad, personajes que solo existen en la mente de los mercaderes.
Se engaña a los niños con falsas promesas de que el niño Jesús les va a traer regalos de acuerdo a su comportamiento.
Los padres participan de esta mentira diabólica sirviendo de intermediarios.
5. Aumenta el número de accidentes:
El mayor número de accidentes se producen en esos días a pesar de que las autoridades refuerzan la vigilancia en carreteras, autopistas, ríos, y montañas.
Por otro lado el consumo de bebidas alcohólicas se duplica ocasionando graves y severos  daños a la sociedad y la familia.
6. Negativo porque te pones mal por los que no están:
La ausencia de algún familiar que este lejos o que haya fallecido te deprime y en vez de ser unos días de alegría, se convierte en llanto y tristezas, porque afloran los recuerdos y se retrocede en el pasado.

LO INTERESANTE DE LA NAVIDAD:

1. El centro de atención es el nacimiento de Jesus
En la navidad, el centro de atención es Jesús el hijo de Dios. Lo adoran los pobres, los ricos, blancos y negros, evangélicos y católicos. Unos lo hacen de una manera, otros de otra, pero el enfoque es el nacimiento de nuestro Redentor.
2. Es un tiempo de reencuentro familiar:
La familia se reúne en ese tiempo para compartir, reflexionar y organizar sus ideas y planes para el futuro. Es un tiempo de reconciliación y solidaridad familiar, donde se ayudan mutuamente y comparten las bendiciones.
3. Cristo es anunciado:
Es una bella oportunidad para anunciar  a Cristo. Comunicar que su nacimiento tuvo un propósito divino. Que no fue un mero nacimiento, que aunque no se tocaron campanas, si vinieron gentes de muchas partes del mundo a traer presentes, no como un simple niño sino como un Rey.
 “Después de que Jesús nació en Belén de Judea en tiempos del rey Herodes, llegaron a Jerusalén unos sabios procedentes del Oriente. — ¿Dónde está el que ha nacido rey de los judíos? —Preguntaron— Vimos levantarse  su estrella y hemos venido a adorarlo” (Mateo 2: 1, 2)
Es un tiempo para compartir el mensaje de que en Jesús hay vida.
4. Una fiesta universal:
La celebración de la navidad es un acontecimiento universal, no se limita a un pueblo sino que en todo el mundo, se celebra.
Cuando nació Jesús, también se hizo sentir ese acontecimiento en todo el universo.
El pueblo cristiano en particular recuerda y celebra este acontecimiento con verdadero jubilo, no por el nacimiento de un niño indefenso en un pesebre, sino porque es un ejemplo del nacimiento de Cristo en sus vidas.
Cada día es una nueva experiencia en las vidas de quienes le aceptan, y a medida que le permiten nacer en sus vidas, todo su ser se va transformando.
5. Interesante, es que  hayan pasado 2011 años, y aún sigue vigente el nacimiento de nuestro Señor Jesús:
La historia narra los nacimientos de gentes muy notables. Sus nacimientos fueron celebrados con pompas, pero solo llego hasta allí. Murieron y ya nadie casi recuerda donde está su tumba y muy pocos recuerdan las fecha de sus nacimientos.
Muy diferente al nacimiento de Jesús. Ya han transcurrido muchos siglos y aun el nacimiento de  Cristo se sigue celebrando y recordando con más alegría cada día que pasa.
Aunque nació en  condiciones pocos normales, fue el nacimiento que sacudió al mundo y a quienes adversaban la verdad de Dios.
Conclusión
No todo es negativo hay cuestiones positivas y muy interesantes por las cuales cada cristiano debe agradecer a Dios diariamente.
Permitamos que cada día, Jesús, pueda nacer en nuestros corazones para que se despierte en nosotros ganas de vivir, de soñar en cosas grandes y celebrar con alegría  ese nacimiento que nos trajo la esperanza, la paz, la libertad y un nuevo amanecer. Un amanecer glorioso.
1 Tesalonicenses 5: 21 “Examinadlo todo; retened lo bueno”
2 Tesalonicenses 2: 15  “Así que, hermanos, estad firmes, y retened la doctrina que habéis aprendido, sea por palabra, ó por carta nuestra”.

domingo, 28 de octubre de 2012

CARACTERÍSTICAS QUE DEFINEN A UN BUEN PASTOR.


CARACTERÍSTICAS QUE DEFINEN A UN BUEN PASTOR.

POR: MISAEL REYES

BASE BÍBLICA: Juan 10: 1 – 14

INTRODUCCIÓN.

En este mes celebramos el mes de la familia pastoral como un merecido reconocimiento a esos hombres y mujeres que día a día se entregan al cuidado de la iglesia. Pero es verdad que esta función pastoral se ve muchas veces desmeritada por la presencia de “obreros fraudulentos y lobos rapaces que dispersan el rebaño”

El cap. 10 de Juan, constituye el último discurso público de Jesús y el último enfrentamiento con los dirigentes judíos, introducido con una alegoría del buen pastor que ama y se sacrifica por sus ovejas. En este cap. 10 tenemos un discurso que presenta a Cristo como amor en que el pastor da su vida por sus ovejas. Jesús emplea la figura del buen pastor para señalar un contraste marcado entre su propio ministerio y el de los falsos pastores. Los judíos, y especialmente los fariseos, presentados en los capítulos anteriores como opositores hostiles a Jesús, se describen aquí como los falsos pastores

La presencia de lo “FALSO Y LO ENGAÑOSO” no es nuevo. Las falsas identidades han estado presente, incluso, desde la misma creación. (Gen 3.) De allí en adelante, la serpiente antigua, que se llama diablo o satanas; ha continuado con su cadena de engaños adoptando  cualquier forma de apariencias espirituales, utilizando incluso a los mismo ministros cristianos; como instrumentos para tratar de fomentar divisiones entre la propia iglesia y llevar a cabo sus planes perversos.
El Señor hablando a través del profeta Isaías califica a estos impostores, como “…PERROS DE VORAZ APETITO; nunca parecen saciarse. Son pastores sin DISCERNIMIENTO; cada uno anda por su propio camino. Todos sin excepción, procuran su propia ganancia. (Isaías 56: 11, 12. NVI)
En el libro de Jeremías el Señor hace una fuerte acusación contra los pastores y los acusa de: revelarse contra el, de volverse necios, de destruir su viña, de dispersar el rebaño, de buscar sus propios intereses y proclama contra ellos una terrible sentencia.
(Jeremías 2: 8.   10: 21.   12:10.  23: 1.   25: 34; 50: 6.   Ezequiel.34: 2, 7 – 10; Zacarías 10: 3.)
En el NT el mismo Jesús al igual que Pablo y otros apóstoles, exhortan a los creyentes a mantenerse alertas ante la aparición de los “lobos vestidos de ovejas” (ver: Mateo 7: 15, 16; 24: 11; 24:24; Hechos 20: 29; 2ª. Pedro 2: 1; 1ª. De Juan 4: 1.))
Así que no nos debe sorprender que hoy se cuenten por miles, los falsos pastores que se la pasan merodeando al rebaño para dispersar y trasquilar a las ovejas y obtener ganancias de su lana. Falsos pastores que no están entrando por la puerta sino que están entrando encubiertamente por otro lado.
Porque algunos hombres han entrado ENCUBIERTAMENTE, los que desde antes habían sido destinados para esta condenación, hombres impíos, que convierten en libertinaje la gracia de nuestro Dios, y niegan a Dios el único soberano, y a nuestro Señor Jesucristo”. (Judas 1: 4)
En consecuencia, es necesario que estemos alertas para no dejarnos sorprender por estos “ladrones y salteadores” (Jn 10: 1. NVI)
La Biblia, la Palabra de Dios da pautas muy claras a cerca de las CARACTERISTICAS QUE DEFINEN A UN BUEN PASTOR como también señala las características para identificar a los falsos pastores.
Entre las características que definen a un buen pastor, tenemos las siguientes:

I.        EL BUEN PASTOR ENTRA POR LA PUERTA AL REDIL DE LAS OVEJAS. (v. 2)

Jesús utiliza la figura de un pastor y sus ovejas para marcar la diferencia que existía entre los “falsos pastores” y el “buen pastor” que da su vida por las ovejas. También para ilustrar el cuidado y el amor que deben tener con la iglesia (ovejas) aquellos que han sido llamados a ocupar la honrosa tarea de apacentar la grey del Señor.
 Aunque no se mencione en este pasaje la palabra “Iglesia” es obvio pensar que Jesús si la tenia en su en mente por lo que dice el v. 16 También tengo otras ovejas que no son de este redil; aquéllas también debo traer, y oirán mi voz; y habrá un rebaño, y un pastor”. (NVI) Jesús no estaba pensando en la idea de tener rebaños de ovejas. Se refería a los judíos y al pueblo gentil que mas tarde vendría a formar parte de las “otras ovejas que no son de este redil; aquéllas también debo traer, y oirán mi voz; y habrá un rebaño, y un pastor” (v. 16)
¿Por qué utilizo esta figura del pastor y las ovejas? Porque no hay otra palabra que mejor encaje dentro del concepto bíblico de la definición de la iglesia. Jesús dejo claro que su iglesia estuviera al cuidado de buenos pastores (Jn 21: 17) y el mismo se definió como “el buen pastor que da su vida por las ovejas”? (10: 11.) ¿Y quienes son esas ovejas por las cuales el Señor da su vida? Claramente es la iglesia formada por judíos y gentiles.
Veamos lo que dice Hechos 20:28: Por tanto, mirad por vosotros, y por todo el REBAÑO en que el Espíritu Santo os ha puesto por OBISPOS, para apacentar la IGLESIA del Señor, la cual él GANÓ por su propia sangre. 
Ahora bien, ¿Qué significa entrar por la puerta al redil de las ovejas?
“El redil era un lugar seguro contra las fieras, los ladrones y las tempestades. Normalmente consistía de un círculo o cuadro, rodeado por un muro de piedras y con una sola entrada. Los pastores metían sus ovejas dentro de ese corral para las horas de la noche y uno de ellos, el portero, se acostaba en la abertura. Los pastores, y los que ellos conocían, podían entrar y salir con el permiso del que guardaba la entrada, pero éste resistiría a un ladrón hasta la muerte si fuera necesario. La única manera segura que el ladrón tenía para entrar sería saltando por el muro. El hecho de subir por otra parte, y no por la puerta, lo identificaría como ladrón y salteador.
El pastor, cuyas ovejas se guardaban en el redil, tendría acceso libre por la puerta. Jesús, en esta afirmación, sólo establece la rutina que era conocida generalmente en el medio oriente”

Entrar por la puerta al redil de las ovejas es una señal de confianza, contrariamente al falso pastor que entra por otro lado, a escondidas y con malas intenciones. V. 1, 10.)
Entrar por la puerta es utilizar la vía correcta con plena libertad, sin temor a ser descubierto. Significa que no soy un extraño, tengo una identidad que es reconocida y soy digno de confianza y gozo del reconocimiento  de todos. El entrar por la puerta hace que:

(1) El portero le permita libre acceso al redil de las ovejas,

(2) las ovejas tienen oído audible a la voz del buen pastor, reconocen su voz,
(3) el buen pastor conoce el nombre de las ovejas, eso significa que tiene una estrecha relación con ellas. La llama por nombre indica un valor especial e individual que el buen pastor asigna a cada oveja.

(4) el buen pastor saca a las ovejas del redil, del círculo, del encierro y las lleva a “lugares de delicados pastos” v. 3 (Salmos 23.)

II.        EL BUEN PASTOR VA DELANTE DE LAS OVEJAS. (v. 4.)

Este cuadro (v. 4) que describe la manera de conducir las ovejas difiere grandemente de la costumbre en la mayoría de los países hoy en día. En vez de ir por delante de las ovejas, abriendo camino y enfrentando cualquier peligro, los dueños o pastores van detrás muchas veces a caballo, o con perros que asustan y aun muerden las piernas para obligarlas a moverse en cierta dirección.
Los falsos pastores las echan afuera para deshacerse de ellas, pero el buen pastor las lleva afuera para alimentarlas. El buen pastor quiere sacarlas del “redil rígido” de la ley e introducirlas al pasto libre del evangelio.
El buen pastor, es guía para sus ovejas va al frente para señalar el camino, buscar el mejor pasto y los arroyos donde las ovejas puedan alimentarse.
Hoy se ha puesto  de moda que los pastores se quedan en el “redil” disfrutando muchas veces del confort de su oficina y envían a las ovejas sin importarle que clase de peligro tengan que enfrentar. Ahora los pastores (ahora apóstoles y profetas) se hacen rodear de un gran número de ministerios para cargarlos de  cualquier tipo de información en sus interminables consejos ministeriales y luego informar al pastor de su ejecución para que este tenga los insumos necesarios para presentar su informe de los logros obtenidos por su gestión pastoral.
En este pasaje se nos enseña que el pastor va delante de las ovejas, dando el ejemplo, marcando la ruta, detectando los peligros y buscando lugares de refugio en las tormentas.
El ministerio pastoral no es una función que se pueda manejar a control remoto, requiere presencia y entrega.

III: LAS OVEJAS SIGUEN AL BUEN PASTOR. (V. 4)

Se cuenta de un turista en Siria que encontró a tres pastores con sus ovejas revueltas, tomando agua. Después de un tiempo uno de los pastores llama:  “MEN-AH, MEN-AH” en árabe “SIGANME” y subió a una loma. Al escuchar su voz sus ovejas dejaron a las demás y le siguieron. El segundo pastor hizo lo mismo y también sus ovejas lo siguieron.
El turista pregunto al tercer pastor: “si yo me pongo su ropa y tomo su vara y las llamo, ¿me seguirán? Haga la prueba dijo el pastor. Lo hizo pero sin resultados, porque no reconocieron su voz. ¿Quiere decir que no seguirán a nadie mas que a usted? Pregunto el hombre. “NO” le dijo el pastor “cuando están enfermas, seguirán a cualquiera que las llame”

Lamentablemente en el día hoy hay muchas “ovejas” que están siguiendo al pastor equivocado. Están siguiendo las huellas de un falso pastor que solo las conducirá en otra dirección menos a “lugares de frescos pastos y fuentes de agua”
Seguir al buen pastor me garantiza seguridad, alimentación y su cuidado.

IV. LAS OVEJAS RECONOCEN LA VOZ DEL BUEN PASTOR.

Borchert describe su experiencia en Palestina y cómo los pastores de ovejas las guiaban, yendo adelante y cantando o silbando. Las ovejas aprenden a distinguir el timbre de la voz de su como los pastores van de mañana al Redil donde están las ovejas mezcladas de varios pastores. Uno por uno, los pastores se ubican en el portón del redil y comienzan a cantar y silbar. Todas las ovejas suyas se levantan de entre las otras y comienzan a seguirle, dejando a todas las demás en su lugar y esperando su turno.

·         Conocer la voz del buen pastor es tener la capacidad de afinar el oído a la palabra de Dios para percibir sus consejos y sus orientaciones.
·         Conocer la voz del buen pastor, es estar atento al más mínimo ruido extraño que pueda dañar nuestros sentidos espirituales para no escuchar la voz de Dios,
·         Conocer la voz del buen pastor, es detectar aquellos acordes disonantes que pueden estropear la ejecución de una melodía.
·         Conocer su voz es una expresión que no sólo habla de la habilidad de distinguir un sonido, sino de confianza en la orientación sabia de su dueño, sabiendo que las quiere y las guiará a lugares de buen pasto y agua.

Se cuenta que en una ocasión un hombre se vistió de la ropa de un pastor para determinar si sus ovejas le seguirían, pero cuando quiso imitar el llamado del pastor, las ovejas levantaron la cabeza y corrieron, no hacia él, sino en la dirección opuesta. En esta manera se comprobó que las ovejas siguen más bien por el timbre de la voz y no por la vista, pues la vista puede engañar.

CONCLUSIÓN:

Jesús es nuestro buen pastor 10:1-18
El vigila a sus ovejas tanto en la lluvia como en los días de sol. Él expone su vida para protegerlas. Jesús tomó este ejemplo de su propio entorno y comparó su ministerio con el trabajo que hace un pastor bueno, en contraste con el trabajo del pastor malo al que él llama asalariado.
Las características del asalariado (10:12–14).
No es el pastor, no tiene relación con las ovejas, huye frente al ataque del lobo o del ladrón y No le importan las ovejas.
Las cualidades del buen pastor (10:11, 14, 15).
 Ama a sus ovejas, las ovejas saben que su pastor las ama y las lleva a lugares de reposo y las cuida durante todas las horas del día.
Las ovejas tienen una lealtad absoluta hacia su pastor. Lo siguen día y noche a cualquier parte y les da vida en abundancia (10:9–11). Esto consiste en tener el gozo y la paz que da la presencia constante del pastor, y saber que si fuera necesario él daría su vida por sus ovejas. En el momento oportuno, en el momento de crisis, él lucha para proteger a sus ovejas. El buen pastor da su vida por las ovejas (10:11–15).
Ni la muerte puede triunfar sobre él y su misión, v. 28.
Él les da vida eterna y no perecerán jamás. Nadie puede quitarlas de su mano. Él dijo: “Yo y el Padre uno somos” (10:30).
Su protección se extiende aún más allá de la muerte. Cristo acompaña a los suyos por el valle de la muerte y los conduce a un mundo mucho más hermoso y feliz.

viernes, 5 de octubre de 2012

EL PROGRESO DEL EVANGELIO


Rev. Julio Ruiz, pastor
Mensajes sobre Filipenses

EL PROGRESO DEL EVANGELIO
(Filipenses 1:12-20)

INTRODUCCIÓN: El hombre que habló del “progreso del evangelio” v. 12, no fue uno de los modernos “apóstoles” con su “evangelio de la prosperidad”. Más bien fue uno que vio crecer y progresar el evangelio a través del sufrimiento por ser un preso del Señor.  Para este hombre, todos los padecimientos que vivió, fueron las oportunidades para que el evangelio avanzara. ¿Fue Pablo un fracaso? ¿Creyeron los de su tiempo que por ponerle preso también encerrarían al evangelio? ¡No! Él ha dicho lo contrario v. 12.  Todo lo de Pablo fue grande, por eso habla de un evangelio que progresa.  Como apóstol, fue el más grande, aunque se consideró como un “abortivo”; el más pequeño de todos. Como pecador, él se declaró el más grande de todos y “como el primero” en la lista. Como perseguidor de la iglesia, nadie tuvo más celo que él. En lo que respecta su conversión, nadie ha tenido una tan dramática como la suya.  Si lo tuviéramos que tomar como un cristiano cualquiera, Pablo simplemente fue extraordinario. Su experiencia fue tan profunda que llegó hasta el tercer cielo. Nadie como él para llegar a amar a su Maestro. No dudó en mencionar que él era poseedor de la gracia del Señor como ningún otro hombre en la tierra. Y cuando lo tenemos que ubicar como predicador de la Palabra, él sobresale como el auténtico “príncipe de los predicadores”. Fue apóstol a los gentiles, fundando innumerables iglesias y escribiendo casi la mitad del Nuevo Testamento. Su pasión por el Señor le llevó a llenarlo todo con el evangelio, tanto que ni los reyes y emperadores se escaparon en oír que para él, Jesucristo era el Señor.  Pablo nunca concibió su vida como la de un derrotado. Su visión fue siempre de progreso. Su más grande deseo era que el evangelio progresara, aunque por eso tuviera que sufrir. Muy amados hermanos, el “progreso del evangelio” es lo que realmente debiera importarle a un creyente.  Le voy a decir esto: Si todo lo que somos, hacemos y nos sucede, no contribuye para el progreso del evangelio, debiéramos preguntarnos para qué fuimos salvos. Si mis estudios, trabajo, bienes… es para mi propio progreso, de qué me sirve la vida cristiana. A luz de este pasaje veamos qué es lo que hace que el evangelio progrese.

I.                   EL EVANGELIO PROGRESA CUANDO PERMITIMOS QUE DIOS USE NUESTRA PROPIA ADVERSIDAD 

1. Preso el mensajero, pero libre la palabra. Pablo nunca usaría la pregunta “por qué” me sucedió todo esto, sino “para qué” me es este sufrimiento. Ninguna adversidad la consideró como una derrota. Desde la misma cárcel les dice a los atribulados filipenses que todas las cosas que le están pasando son una gran oportunidad para el avance del evangelio. Pablo sabía que estaba preso, lo cual no fue la primera vez, pero esa adversidad la usó Dios para su propio reino. Seguramente los filipenses estaban muy preocupados porque estarían maltratando al pobre Pablo, pero él les dice: “Quiero que sepáis…”, como una forma de decir “no se preocupen por lo que están pensando, yo estoy bien,  pues Dios  está usando mi adversidad para hablar de él”.  ¿Qué era lo que sucedía con Pablo? Cada soldado era un verdugo, pero también era un oyente cautivo.
Diariamente había por lo menos cuatro soldados que recibían el mensaje de salvación y eran portadores de las buenas nuevas a otros soldados y a sus propias familias. Así que Pablo estaba preso pero no la palabra. Amados, es así como progresa el evangelio. ¿Qué hace usted con su adversidad?  ¿La convierte en bendición? Cuantos pueden conocer al Señor por su sufrimiento.

2. Todo ayuda para bien. Pablo fue quien escribió Romanos 8:28.  Así que si alguien conoció el valor de ese texto, fue su propio autor. Nadie como él para distinguir entre una cadena y otra de las que arrastraba. Por causa del Señor él era un preso en cadenas. Aunque su celda era una casa alquilada, y no un calabozo, estaba conectado a soldados con cadenas 24 horas al día. No era fácil para un hombre con esa pasión por el perdido, estar en cadenas. Sin embargo, eso no impidió que cada soldado y posterior reyes, conocieran del evangelio. Pablo convirtió  su adversidad  en triunfo. La historia está llena de testimonios sobre cómo Dios ha usado el sufrimiento de algún creyente para que el evangelio avance. “La sangre de los mártires es semilla de cristianos” es la frase que ha hecho el gran progreso del evangelio como una referencia obligada al hablar cómo Dios usa las cosas para bien.  Toda adversidad cristiana debiera contribuir para el progreso del evangelio. Hay flores que cuando se le pisan expanden mejor su aroma. Todo el cuartel de la guardia de honor romana conoció del evangelio por las cadenas de Pablo v. 12. “Y sabemos que a los que amamos a Dios todas las cosas ayudan para bien”.

II.                 EL EVANGELIO PROGRESA CUANDO TENEMOS UNA DISPOSICIÓN DEL ÁNIMO PARA COMPARTIR LA FE

1. Hay que cobrar ánimo v. 14. Este es un texto extraordinario. La aflicción no siempre produce ánimo. La verdad es otra. Conozco muchos creyentes que viven derrotados. Las adversidades de sus seres más cercanos o la de ellos mismos, les cambia sus rostros y los hacen  creyentes tristes e improductivos. Pero note la diferencia con los hermanos de Filipos. Pablo deja constancia de la forma cómo ellos cambiaron de actitud cuando escucharon de su informe y la manera cómo Dios lo estaba usando. Mis amados si algo debiera poseer el creyente es ánimo.  Tenemos un gran déficit de ánimo en nuestras vidas. El desánimo pareciera ser la nota distintiva en algunos seguidores del Señor. La pasión por el Señor en algunos no es sino “un tizón que apenas humea”. Alguien ha dicho que  “es muy difícil contagiar salud, pero qué fácil es contagiar enfermedad”. El creyente debe ser alguien que siempre esté cobrando ánimo. Ese es el mejor contagio que necesitamos. El progreso del evangelio va más rápido cuando el ánimo es notorio. Cuando Israel estaba en la gran encrucijada de su vida después de haber salido de Egipto, Moisés les arengó de esta manera: No temáis; estad firmes, y ved la salvación que Jehová hará hoy con vosotros; porque los egipcios que hoy habéis visto, nunca más para siempre los veréis” (Ex. 14:13). Las victorias cristianas solo se logran con un ánimo resuelto. Eso no lo detiene nadie.

2. Hay que atreverse mucho más v. 14b. Los hermanos filipenses después que   cobraron ánimo  fueron audaces, osados y atrevidos para anunciar el evangelio. “Atreverse mucho más” es el secreto del crecimiento. La verdad es que una iglesia no crece si no tiene hermanos atrevidos que durante la semana están hablando de Cristo. Vemos como los hijos de las tinieblas son más sagaces que los hijos de la luz. Observe usted cuán atrevidos son los Testigos de Jehová o los mormones. ¿Ha visto usted el empeño con el que ellos salen a vender sus productos? Observe cuán atrevidos están  siendo los musulmanes. A ellos no les importa  orar varias veces al día a delante de quien sea, a su insignificante dios. ¿Y qué pasa con los que hemos recibido de parte de Dios una salvación tan grande y la gran comisión para predicar el evangelio? ¿Somos atrevidos en hablarle a nuestros compañeros de trabajo, de estudio,  de negocio o vecinos? Mire el caso bíblico donde un grupo de hermanos se atrevieron mucho más y dio como resultado el nacimiento de la iglesia de Antioquia (Hch. 11:20). El progreso del evangelio tiene que ver con la palabra “atreverse”. “Hablar la palabra sin temor” es un riesgo que todos debemos correr.   
 
III.             EL EVANGELIO PROGRESA CUANDO CONFRONTAMOS LOS VERDADEROS MOTIVOS DE LA PREDICACION.  

1. Predicar por envidia v. 15. En medio del reconocimiento que Pablo hace aquellos hermanos que estaban animados y atrevidos compartiendo la palabra, también descubre a un grupo que estaban haciendo las cosas por envidia. ¿Cómo se entiende esto? Al parecer se planteó una rivalidad entre los dos grupos y también con Pablo. Las iglesias han encarado la rivalidad por años y ` parecen no escapar al tipo de motivación con que se hacen las cosas para el Señor. Lo que llama aquí la atención es que este feo pecado aparezca dentro de la predicación de la palabra. Ese grupo no estaba anunciando a otro Cristo como sucedió entre los gálatas. No eran seudos creyentes. Eran hermanos legítimos que tenían la misma fe y predicaban al mismo Cristo. ¿Cuál era su problema? Que estaban predicando a Cristo por  envidia. Ellos tenían una motivación incorrecta. Mis amados hermanos, Satanás ha usado este pecado entre los hermanos desde el principio. ¿No fue este el pecado por el que Caín mató a su hermano Abel? Se ha dicho que los envidiosos son aquellos que se sienten molestos ante el éxito de sus amigos. Y esto era lo que pasaba con aquel grupo de los filipenses. El éxito de Pablo era muy grande, por lo tanto eso despertó en ellos envidia y predicaban con una falsa motivación.   ¿Siente envidia por la forma cómo otros hacen las cosas? La envidia debe ser confrontada. Ese pecado detiene el evangelio.

2. Predicar por contienda v. 15b. Al pecado de la envidia, Pablo añade la contienda. La verdad que esto pareciera una contradicción de términos. ¿Cómo explicar que alguien se dedique a predicar a Cristo por contienda? Cuando se hacen las cosas por contienda se alimenta una baja pasión conocida como el egoísmo. Es triste pensar que así como el amor y la unidad van juntos, también la envidia y la contienda con amigas inseparables. Se ha pensado siempre que la iglesia a los filipenses era un modelo de virtudes, como el gozo y la generosidad, pero como en toda iglesia, la presencia de estos feos pecados también se hizo presente. Tan grande fue el asunto que en el siguiente capítulo Pablo va poner más evidencia esta situación en la vida de la iglesia. Así que, dentro de uno de los más grandes capítulos de la Biblia, él va a decir esto: Nada hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo; no mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual también por lo de los otros” (Fil. 2:3, 4). Cuando somos confrontamos y corregidos con estas palabras para revisar las verdaderas motivaciones con la que le servimos al Señor, predicaremos al Señor sin estos feos pecados del alma y haremos más grande progreso al evangelio.

Ilustración: La historia nos dice que John Wesley y George Whitefield fueron dos grandes predicadores ingleses, pero con profundos desacuerdos en asuntos doctrinales. Un día alguien le preguntó a Wesley si espera ver a Whitefiel en el cielo, a lo que éste respondió: “No lo creo”. “Entonces Whitefiel no fue salvo”, dijo el hombre. “Por supuesto que él fue un hombre convertido”, dijo Wesley. “Pero no voy a esperar verlo en el cielo, porque él estará muy cerca del trono de Dios y yo estaré muy lejos de allí”. He aquí la verdadera motivación para predicar.

IV.             EL EVANGELIO PROGRESA CUANDO PARA MÍ EL VIVIR ES CRISTO Y EL MORIR ES GANANCIA v. 21

Pablo comenzó diciendo que los sufrimientos por los que estaba pasando estaban contribuyendo para el progreso del evangelio. Esto puso de manifiesto el lugar que Jesucristo ocupaba en el corazón de este distinguido apóstol. De modo, pues, que no fue raro que Pablo pronunciara uno de los textos que más revolucionan la mente de todo lector. Para este hombre de Dios, la muerte era la mejor cosa que le podía pasar. Así que Pablo no le tenía temor a ella, la cual, por cierto, estaba segura allí en Roma. Pablo no sabía con qué muerte iba a glorificar a Cristo, pero estando en Roma, y teniendo a Nerón como el verdugo del reino, cualquier muerte atroz podía venir. Pero mire lo que dice el texto v. 21. “Vivir en Cristo” y para Cristo es el secreto del progreso del evangelio.  Para muchos, la muerte es el fin de todos, para el creyente es su mejor ganancia. Para el cristiano, su preocupación debe ser vivir para Cristo. Quien esto hace, toda su vida se transforma en un testimonio vivo y con ello el continuo progreso del evangelio. ¿Es así nuestra vida? ¿Cuál es mi contribución para el progreso del evangelio? ¿Qué hago para que avance?

CONCLUSIÓN: El resumen que Pablo hace a sus hermanos filipenses para  que en todo trabajan para el progreso del evangelio, lo presenta en este texto final: “Solamente que os comportéis como es digno del evangelio de Cristo, para que o sea que vaya a veros, o que esté ausente, oiga de vosotros que estáis firmes en un mismo espíritu, combatiendo unánimes por la fe del evangelio…” v. 27.  Este es el testimonio que toda iglesia debiera presentar para que la proclamación del evangelio no se detenga. Este es el espíritu que hace posible la victoria y el progreso del evangelio. ¿Cuál  es su parte para que el evangelio progrese?

    

martes, 25 de septiembre de 2012

UNA OBRA EN CONSTRUCCION


Rev. Julio Ruiz, pastor
Serie de Sermones
Basados en la Carta a los Filipenses

UNA OBRA EN CONSTRUCCION
(Filipenses 1:6; Jeremías 18:1-6)

INTRODUCCIÓN: Si usted tuviera la ocasión de cambiar alguna parte de su cuerpo, ¿qué  le gustaría cambiar? Esto lo decimos porque no son pocos los que están conformes con algunas partes de su cuerpo. Al respecto hay una mala y una buena noticia. La mala noticia es que ni usted ni yo podemos hacer más nada, a menos que se haga una reconstrucción plástica. La  buena noticia es que Dios no ha dejado de  trabajar en su vida, lo cual lo ha venido haciendo desde la eternidad. El asunto es que él no solo nos creo de acuerdo a su “imagen y semejanza”, sino que sigue trabajando en nosotros, por cuanto somos una obra en construcción.  ¿No es maravilloso pensar que Dios pudo haber acabado con el hombre hace tiempo y  en lugar de eso lo sigue cuidando? Así que el hombre, su más grande obra, la sigue construyendo. Por lo tanto, no somos cualquier cosa; Dios se tomo su tiempo en diseñarnos. Somos su obra maestra. Pablo es la mejor representación de lo que es esa “obra en construcción”. Nadie fue como él antes del encuentro con Cristo. Sin embargo, cuando tiene que hablar de la seguridad de salvación, y de la obra que el Señor hace en su vida, utiliza la palabra “persuasión”  para hablarnos de algo que es así, que está totalmente seguro. Pablo estaba persuadido que la obra que comenzó el Señor entre los filipenses, y que tenía que ver con su propia vida, no quedaría inconclusa. Esa obra no es como la que comienzan muchos hombres, que al no ser concluida, son monumentos a la desidia. Hablamos hoy de la obra más grande jamás construida, pero todavía no acababa: la salvación. ¿De qué se trata esa obra en construcción? ¿Por qué somos para Dios lo más grande de todas sus obras?

I.  ESTA OBRA EN CONSTRUCCIÓN ES UNA BUENA OBRA

Hay obras en construcción que ya son malas obras. Note que esta es “la buena obra…”
¿Por qué la salvación es una buena obra?

1. Es la obra que limpia de todo pecado. Satanás introdujo el pecado de la codicia y de la desobediencia en la inocente pareja del Edén. Desde entonces se conoció una de las sentencias más tristes que oído humano haya podido escuchar. El profeta Isaías la expresó así: “Si bien todos nosotros somos como suciedad, y todas nuestras justicias como trapo de inmundicia; y caímos todos nosotros como la hoja, y nuestras maldades nos llevaron como viento” (Is. 64:6). Y el apóstol Pablo lo expresó así: “Por cuanto todos pecaron y están destituidos de la gloria de Dios” (Ro. 3:23). Hubo muchos sacrificios antes que Cristo viniera. Sin embargo, ninguno de ellos compensaba  la justicia divina. El hombre iba en una condenación semejante a la de los ángeles que cayeron. Pero,  ¿qué sucedió? Escuche uno de los textos más sorprendentes de las Escrituras: “Mas Dios muestra su amor para con nosotros en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros” (Ro. 5:8). La “buena obra” que Dios comenzó en nosotros tuvo que ver primero con el perdón de nuestros pecados. El grito más intenso de dolor que salió desde aquella cruenta cruz, “¡Dios mío, Dios mío! ¿Por qué me has desamparado?”,  nos habla del altísimo costo del perdón de nuestros pecados. El horror de aquellas horas se hizo aun más terrible, cuando tres de ellas fueron de oscuridad;  Dios ni vio ni auxilió a su Hijo en aquel momento. Todo eso los sufrió el Señor por nosotros.

2. Por la tarea que se nos ha dejado. Es importante que sepamos que Dios  perdonó nuestros pecados con un propósito. Esto quiere decir que todos nacimos para un propósito. A través de la sangre de Cristo, Dios nos aseguró el destino eterno. Pero nos ha dejado acá para cumplir con una misión histórica. Me gusta lo que ha dicho Rick Warren en su libro Una Vida con Propósito: “No eres un accidente. Tu nacimiento no fue un error o infortunio, tu vida no es una casualidad de la naturaleza. Tus padres no te planificaron; Dios lo hizo. A él no le sorprendió tu nacimiento. Es más, lo estaba esperando” (pág. 21). Amados, la “buena obra” que comenzó en nuestras vidas tiene que ver con este propósito. Lo triste será que pasemos por este mundo sin haber descubierto la razón por la que Dios nos ha salvado. El apóstol Pedro no lo pudo poner mejor cuando habló de lo que somos ahora para Dios, pero también del inigualable compromiso que ahora todos tenemos (1Pe. 2:9). Somos “reyes y sacerdotes” para anunciar las “virtudes” del que nos llamó.

3. Porque Dios desea compartir su gloria. Dios te creo y te salvó para que vivas con él para siempre. Sin embargo, Dios no tenía necesidad de habernos creado. Él podía vivir con o sin nosotros. Siempre ha tenido su gloria. Nuestra creación no alteró en nada lo que él es. Sin embargo, la razón por la que nos creo fue para que compartiéramos su gloria. ¿No es esto maravilloso? Una de las cosas que Cristo hizo con sus discípulos fue darles mucha información acerca del lugar de donde él venía. Les dijo que su reino no era de  este mundo. Les dijo que él y el Padre eran uno solo. A los fariseos lo confundió diciéndoles que antes que Abraham fuera ya él existía. Y cuando estaba para ir a la cruz les dio una de las más confortantes promesas (Jn. 14:1-2). Al final oró así: “La gloria que me diste, yo les he dado, para que sean uno, así como nosotros somos uno” (Jn. 17:22). De todo esto se desprende que la “buena obra” que el Señor está haciendo es para que seamos dignos ocupantes del reino de los cielos, llegando a ser semejantes a los ángeles.

II. ESTA OBRA EN CONSTRUCCIÓN TIENE UN  CONSTRUCTOR DIVINO

1. “El que comenzó en vosotros…”.  Si esta obra dependiera de nosotros jamás podía ser concluida. Somos dados a comenzar muchos proyectos, pero muchos se quedan en el camino. Piense por un momento en  las dietas que se ha propuesto hacer. Piense en algún estudio que ha querido terminar. Piense en algún trabajo que no ha podido concluir. Por nuestra propia naturaleza vemos que hay muchas cosas no concluidas. ¡Imagínese por un momento si esta “buena obra”, hablando de la salvación, dependiera de nosotros! ¡Quién pudiera ser salvo! Hay movimientos modernos que presuponen que el hombre puede salvarse por sí mismo. Mediante lo que se conoce como “el poder de la mente” pretenden hacernos ver que el hombre no necesita a Dios para alcanzar su propia salvación. Pero mientras más se dan estos intentos, el hombre descubre que posee una naturaleza corrompida que le impide hacer una “auto limpieza” del alma. Cuando el hombre trata de salvarse por sí mismo, la Biblia le recuerda que sus obras son “como trapos de inmundicia”. Solo Dios podrá cambiar nuestra naturaleza corrompida, nadie más lo hará.
2. La buena obra se consumó en la eternidad. A Dios no le tomó por sorpresa la caída del hombre. Si alguien pensó que Dios comenzó a preparar un plan para redimir al hombre al momento que este le falló, se equivoca. La “buena obra” del cual nos habla Pablo fue objeto de un considerado plan en la misma eternidad. Pedro y Juan nos hablan de un cordero sacrificado antes que el mundo  fuese. El constructor de esta obra la había preparado en algún momento de la eternidad. Semejante decisión nos habla de  una salvación anticipada. ¿Quién mató a Cristo? ¿Los judíos? ¿Los romanos? Sorpréndase con lo que dice Isaías 53:6, 10. Todos esto sucedió para que se cumpliera lo que más adelante Pablo, haciendo gala de su erudición y queriendo mostrarnos lo que significa esa “buena obra” originada en la misma eternidad, nos dijo: “Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos. Y a los que predestinó, a éstos también llamó; y a los que llamó, a éstos también justificó; y a los que justificó, a éstos también glorificó” (Ro. 8:29, 30).  ¿Puede usted pensar en algo mejor que esto?
III. ESTA OBRA EN CONSTRUCCIÓN PRONTO SERÁ ACABADA

1. “…la perfeccionará…”. Un escultor ve a través de una tosca piedra o un pedazo de mármol  una obra consumada. Es así como los grandes genios de la creación han sacado figuras de ángeles y de seres humanos de lo que nadie podría imaginarse. Ellos han visto algo extraordinario en lo que para nosotros es ordinario. Dios es el escultor por excelencia. En el  principio tomó del polvo de la tierra e hizo una figura al que  después llamaría hombre. Luego le puso el soplo de su aliento y llegó  a ser un alma viviente. Pero Dios sigue trabajando en ese hombre que hizo al principio. Por cuanto el pecado dañó su obra, ahora está trabajando en su perfección. ¿Somos ya perfectos? ¡No! Pero Dios está trabajando. Jesucristo dijo: “Mi Padre hasta ahora trabaja, y yo trabajo”. Hay muchas cosas en nuestras vidas que necesitan ser perfeccionadas por cuanto somos una obra en construcción bajo el diseño divino. Job lo expresó así: El, pues, acabará lo que ha determinado de mí; Y muchas cosas como estas hay en él” (Job 23:14).  La perfección significa que Dios en el pasado, nos libró de la culpa del pecado. En el presente, del poder del pecado y en el futuro, de la presencia del pecado. Es obvio que no somos perfectos, pero el texto dice que nos perfeccionará. Esa es la meta final del creyente.

2. “…hasta el día de Jesucristo”. Cuando Dios nos salvó comenzó la “buena obra”. En algunos el trabajo ha sido más fácil, mientras que en otros su trabajo requiere mucha paciencia. Hay que recordar que en el momento de la conversión el Espíritu Santo hizo su obra cuando fuimos “sellados para el día de la redención” (Ef. 4:30). Con esta seguridad Él ha seguido trabajando hasta formar a Cristo en nosotros. Sin embargo, ese trabajo no será completado sino hasta que Cristo venga. El texto nos dice que “el que comenzó en nosotros la buena obra la perfeccionará hasta el día de Jesucristo”. Esta es una de las grandes promesas de la Biblia. El texto nos dice que  Dios no solo va finalizar esa “buena obra”, sino que la irá perfeccionando hasta ese día glorioso. ¿No suena esto maravilloso cuando pensamos en nuestro carácter, en nuestras debilidades, en nuestros altos y bajos, en nuestros estados emocionales? ¡Tenemos la seguridad que seremos mejores en el futuro! Dios “no se fatiga con cansancio” en esta obra. La venida de Cristo traerá cuerpos transformados y cuerpos resucitados. ¿Está usted persuadido de esto?

CONCLUSIÓN: Un día el Señor le dijo al profeta Jeremías que se levantara y fuera a la casa del alfarero (Jer. 18:1-6). Dice que mientras éste trabajaba en la rueda, la  vasija de barro que hacía se le  echó a perder en su mano. Pero que luego volvió e hizo otra vasija, con el mismo barro, según le pareció mejor hacerla. El Señor luego aplicó esto a Israel quien era como barro en sus manos. Dios podía hacer una vasija mejor de ellos. Esta es la verdad aplicada a la vida espiritual. El que comenzó en nosotros la buena obra, la perfeccionará hasta que él venga. Muchas veces esa vasija se cae y se rompe y tiene que comenzarse otra vez. Algunas veces se usará la rueca para darle forma. Pero al final saldrá la obra para la cual Dios nos ha creado. ¡Ánimo, hermano, Dios no ha dejado de trabajar en ti! Lo hizo en Pedro  quien pasó de ser “Simón” (algo que se mueve con el viento) a “Pedro” (roca). Tú eres una obra en construcción, pero estás en las manos del Alfarero Divino. La más grande promesa es que “aquel quien la buena obra empezó
será fiel en completarla”. Dios no deja nada inconcluso. Lo prometió y lo hará.