Por Misael Reyes
Cita Bíblica: Génesis 6: 5 - 9
El pecado o desobediencia de Adán y Eva,
desencadenó una serie de males que, sumerge al mundo en un profundo
abismo.
Las consecuencias de este pecado, pronto se
sintieron en la vida personal de ellos, de la creación y de su propia familia.
Es decir, afecto todo aquello que Dios le había dedicado tanto tiempo.
Solo por la desobediencia de un hombre, todo
había quedado totalmente arruinado. Al pasar el tiempo, el pecado se incremento
en proporciones tan bastas, que ¨Vio (DIOS) que la maldad de los hombres era
mucha en la tierra…y dijo: borraré de la faz de la tierra a los hombres…¨
Lo que Dios había hecho ¨BUENO EN GRAN MANERA¨ ahora
toma la determinación de ¨BORRARLO DE LA FAZ DE LA TIERRA¨ Imaginémonos cuánto dolor le causo a
Dios tomar esta decisión. Pero en medio de todo este laberinto donde ¨TODO DESIGNIO DE LOS PENSAMIENTOS DE
SU CORAZÓN DE ELLOS SOLO ERA DE CONTINUO EL MAL¨ hay un hombre que a pesar de vivir en
medio de ese mundo tan convulsionado por el pecado, HALLO GRACIA ANTE LOS OJOS DE JEHOVA.
¿Qué gran lección aprendemos de Noé? Nosotros
vivimos en un mundo que presenta síntomas de haber entrado en un estado
crítico, donde los valores se han perdido, donde el pecado ha penetrado todos
los estratos sociales, y que aun la iglesia y muchos cristianos han sido
influenciados por sus ofertas.
¿Es posible
encontrar hoy hombres del calibre de Noé: justos y perfectos, que puedan
hallar gracia para ser de bendición a un mundo que camina a pasos
agigantados hacia su inminente destrucción? Ese es el reto del
momento, y hay que asumirlo, ¡y es ya!