Por: Misael Asarias Reyes Bonilla.(El Hijo de Panta y Chema)
No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.
Romanos 12:2
Romanos 12:2
El creyente en Cristo esta llamado a marcar la diferencia . El mundo debe reconocerlos aun en su manera de hablar.
Mateo 26:73: Un poco después, acercándose los que por allí estaban, dijeron a Pedro: Verdaderamente también tú eres de ellos, porque aun tu manera de HABLAR te descubre.
Jesus en su encuentro con Nicodemo, lo confronto con la verdad, (incomprensible para Nicodemo) del nuevo o nacimiento,
“Respondió Jesús y le dijo: En verdad, en verdad te digo que el que no nace de nuevo no puede ver el reino de Dios”.(Juan 3: 3.)
En Nuevo nacimiento es requisito indispensable de los que forman parte del reino de Dios. Nacer de nuevo, implica entre otras cosas, un cambio en lo interior de nuestra vida que debe reflejarse también en nuestras actitudes humanas.
No puedes decir que eres hijo del Altísimo, y seguir haciendo o practicando mas de lo mismo.Muchos creyentes se parecen tanto a la gente de este siglo, que es imposible identificarlo si son o no son cristianos convencidos y comprometidos. En el templo son una cosa, fuera de el, tienen otra personalidad y otro estilo de vida que no se corresponde con la conducta de un hijo de Dios.
El libro de Hechos, nos habla de creyentes renunciando a sus practicas mundanas para entregarse por completo al servicio de Cristo y su Reino. Eran perseguidos, torturados y muertos por negarse a compartir las mismas practicas que ellos.
El apóstol Pablo exhortaba en su carta a los creyentes de Corinto, a mantener una conducta que se corresponda con su nueva vida en Cristo.
Corintios 5:17: De modo que si alguno está en Cristo, nueva CRIATURA es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.
Sin embargo estas exhortaciones parecen que no tuvieran sentido para los creyentes de este siglo. Hoy vemos a los hijos de Dios codeándose con los hijos del diablo en una fuerte competencia por alcanzar fama, poder y estatus social.
Muchos cristianos que han incursionado en el campo de la música, ya no cantan para reverenciar y exaltar a Dios, sino para satisfacer su ego buscar popularidad y complacer a un publico fuera de control, que delira con pasión desenfrenada por ellos. La puesta en escena de sus espectáculos, sigue las mismas pautas de los conciertos de rock de cualquier grupo secular; luces, oscuridad, humo, efectos especiales y pare usted de contar. Creyentes con aretes en las orejas, su cuerpo tatuado, sus vestimentas extravagantes, sus cuerpos contorsionándose de forma obscena. No hay ninguna diferencia entre un concierto de música pagana con uno supuestamente cristiano.
Pero hay mas. Creyentes que ademas de participar en actividades en la iglesia, comparten también su rol cantando en tascas, teatros y participando en festivales en busca de fama y recompensas mundanas.
Muchos creyentes ya no quieren vestir decentemente. Las damas y también hombres, usan trajes ajustados exhibiendo su cuerpo y así pasan al escenario para rendir adoración a Dios. Realmente es fuerte esto, pero es necesario decirlo. ya parece que la moral y la decencia no forman parte de sus principios y educación cristiana.
Los bailes mundanos se pusieron de moda en las congregaciones. Empezaron con una danza suave y así fueron aumentando su ritmo hasta llegar al extremo de que hoy los salones de los templos se convierten en pistas de bailes que dejan perplejos a mucha gente, a eso le llaman ellos “mover del espíritu” ¡Que blasfemia!
Por otro lado la política ha tomado también bastante terreno en la vida de muchos creyentes, hasta el punto que hoy muchos están involucrado hasta los tuétanos y tras ellos van muchos creyentes que le sirven de trampolín para que ellos alcancen sus aspiraciones políticas. Han dejado la iglesia y sus cargos, para aspirar puestos de prominencia en ese mundo tan corrupto, y aun los que no militan directamente, utilizan las redes sociales incitando a la violencia compartiendo publicaciones grotescas y denigrantes contra su opositor.
Pero lo mas grave de la situación lo representan los pastores que han sido alcahuetes y pasivos ante esta situación, han sido permisivos y complacientes y hasta le hacen barras a tales hechos y los aplauden.
Este es el panorama, una realidad dolorosa porque por este camino nunca lograremos proyectar al mundo la verdadera imagen de Cristo. Lo que hoy se predica desde los púlpitos; es la imagen distorsionada de Cristo, de un Cristo que se complace con cualquier adoración, que baila al ritmo que le toquen y se hace tatuajes.
Ese es el mensaje que se transmite ahora. Pero la palabra de Dios es firme cuando dice Jesús: “En verdad, en verdad te digo que el que no nace de nuevo no puede ver el reino de Dios”