martes, 4 de octubre de 2016

¡QUEREMOS A BARRABAS!

Por: Misael Asarías Reyes Bonilla.






Mateo 27: 26. “Entonces les soltó a Barrabás;…”
La inclinación del ser humano ha sido siempre hacia el mal. Hay gentes que viven planificando y ejecutando maldades, asesinatos, robos y no les importa para nada la paz.

Salmos 10:4 El malo, por la altivez de su rostro, no busca a Dios; No hay Dios en ninguno de sus Pensamientos.

Barrabas era una persona con un prontuario criminal muy alto: responsable de alborotamiento, asesinato y robo. Era un delincuente de alta peligrosidad que sembraba el terror entre los pueblos. Se merecía la cruz por sus actos vandálicos. Sin embargo no fue así, fue absuelto por Pilatos por presión de un pueblo enardecido y ciego. Esto describe exactamente a la sociedad actual. 

Lucas 23: 18. Pero todos gritaron a una voz: --¡Llévate a ése! ¡Suéltanos a Barrabás!

Barrabas es la personificación del estado de podredumbre moral y espiritual que vive la humanidad. Barrabas es todo lo opuesto al bien, es el egoísmo que se entroniza en la vida de las personas y los hace como animales irracionales, que devoran todo aquello que les huele a santidad.

Vivimos en un mundo que ha preferido las marramuncias de Barrabas y ha rechazado la bendición y las misericordias de un Cristo que ofrece su vida por ellos.

Barrabas anda suelto por todo el orbe, sembrando pánico y violencia. No les importa cuántos niños tengan que pasar hambre y necesidad con tal de llenar sus aspiraciones de poder. A Barrabas no le importa cuantos pueblos puedan quedar destruido con tal de mantener su hegemonía diabólica en el mundo. 

A Barrabas no le importa cuando tu y yo tenemos que amanecer en una cola para traer un poco de alimento a la familia y venirnos con las manos y el estomago vacio.


Cuantos hoy siguen esgrimiendo la misma consigna de hace más de 2016; años pidiendo a gritos que le ¡suelten a Barrabas! Y que crucifiquen a Jesus que es la paz. Los líderes del mundo siguen ahora mismo codeándose con Barrabas para seguir galopando por el planeta sembrando penurias llanto y dolor  y quitar la paz de la tierra, de nuestra América, de nuestros pueblos.

jueves, 23 de junio de 2016

¡DIOS, ESCUCHA NUESTRO CLAMOR!

Por Misael  A Reyes Bonilla

Genesis 2: 23

 “…y subió a Dios el CLAMOR de ellos con motivo de su servidumbre”. 


El diccionario define la palabra clamor como  (1) “Conjunto de voces y gritos proferidos con vehemencia por una multitud, en especial para quejarse de algo, pedir algo o aclamar a alguien”. (2) “Gritos de dolor o queja.”

Muchas son las razones por las cuales vivimos angustiados y sentimos en nuestro ser el peso del dolor. Familias que sufren los rigores del hambre, de la discriminación. Pueblos azotados por tormentas y otros embates de la naturaleza. Países sometidos a dictaduras oprobiosas y además viven la zozobras causadas por grupos terroristas que los torturan y los asesinan sin piedad. Pero como si esto fuera poco, potencias que abusando de su poderío militar, subyugan pueblos, invaden naciones, siembran pánico y destruyen países enteros sin importarles el dolor de hombres,  mujeres y niños.
Desde tiempos antiguos, los débiles han sido sometidos por los más fuertes, esclavizándolas a vivir vidas miserables.

El pueblo de Israel es un caso típico de lo que he venido planteando en esta breve reflexión. Fue esclavizado por un poder brutal y diabólico que los maltrataba y los sometía a  duras faenas y fuertes torturas, hasta que un día  “subió a Dios el CLAMOR de ellos con motivo de su servidumbre” y Dios desde los cielos oyó sus angustias y empezó en ellos un proceso de liberación, empezando por el llamado de Moisés para que dirigiera estas operaciones divinas. (Ex 3: 1 – 10ss). Con mano poderosa Dios cumplió su promesa de rescatarlos de ese yugo y llevarlos a una tierra que “fluya leche y miel”. (Ex 12: 51)

El mundo está en turbulencia, las naciones viven en tensiones, hay temor en las familias. Estamos viviendo tiempos angustiosos, donde el temor se ha adueñado de cada persona. Todos andan con la extraña sensación a ser atacado, y agredidos. No hay sentimientos en el corazón de las personas, “todo designio de los pensamientos del corazón de ellos ES de continuo solamente el mal.” (Gen 6: 5). Este es el panorama del día de hoy, días violentos y sombríos. No hay un mensaje esperanzador. Las noticias que nos traen los medios de comunicación son tristes y llenas de tragedias.

Mientras tanto, seguimos aguardando el día cuando Dios nos libere de todos nuestros temores y angustias,  “para que podamos vivir una vida tranquila y sosegada con toda piedad y dignidad.” (1. Tim 2: 2.)


Nuestra oración incesante es: ¡Dios, escucha nuestro clamor!  Seguros estamos que  “mi Dios suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria”. (Fil 4: 19.)

martes, 22 de marzo de 2016

Los angustiadores


Por: Misael Asarias Reyes Bonilla


Cuando se juntaron contra mí los malignos, mis angustiadores y mis enemigos, Para comer mis carnes, ellos tropezaron y cayeron.
Esto es lo que podríamos llamar “una alianza diabólica” con el fin de sembrar zozobra en el ser humano. Son comparables aquí como bestias salvajes que devoran a su presa sin sentir ninguna compasión.
Los angustiadores en el antiguo testamento, eran enemigos del pueblo de Dios y se oponían al avance y a la conquista de este de la tierra prometida y utilizaban para lograr sus propósitos, cualquier tipo de estrategia, chantaje o su fuerza militar Hacian grandes alianzas con otros reyes para tratata de destruir a quienes no se sometían a sus intereses o ideas. Hay algunas citas que confirman esta verdad. (Salmos 6:7;  7:6; 23:5; Isaías 51:23).

Eran crueles,  implacables e Infundían temor y miedo a través de sus fuerzas, su poder militar, intimidación  y posición religiosa.
El apóstol Pablo se topo en casi todo su ministerio con este tipo de intimidación a los que definió como “huestes espirituales de maldad”. En muchas oportunidades sintió el rigor de sus asechanzas por todas partes que trataban de detener el avance del evangelio. Estos angustiadores tenían múltiples formas de desarrollar sus tácticas diabólicas,

Hoy se ha puesto de moda en el mundo  lo que se llama la técnica del rumor, que consiste en echar a correr ciertas informaciones para generar malestar en la población.
Las redes sociales se han convertido en la punta de lanza de los movimientos políticos, gobiernos y grupos extremistas, para crear desconcierto, zozobra y angustia entre las personas.

Los políticos y los que les sirven de TRAMPOLINES, se prestan para esparcir su veneno al mayor número de víctimas para causar desesperación, temor y miedo.

Estos angustiadores cual aves de rapiñas atacan a sus presas para arrancar sus carnes sin importarle el dolor que puedan causar, porque son irracionales e insensibles.

Esta práctica se ha hecho muy común entre creyentes de echar a rodar mensajes o cadenas que llenan de angustia y desesperación a las personas.

Ante tales rumores, los cristianos debemos poner toda nuestra esperanza en Dios. Nada debe alarmarnos porque nos asiste Dios y, sus promesas de protección, vendrán sobre su pueblo. Debemos estar confiados que estas alianzas diabólicas tropezaran con sus propios rumores y sus palabras serán como fuego que me sus conciencias mezquinas y enfermas.