Por: Misael
Asarias Reyes Bonilla
TEXTO BIBLICO:
GENESIS 12:
1. Pero
Jehová había dicho a Abram: vete de tu tierra y de tu parentela, y de la casa
de tu padre, a la tierra que te mostrare. 4. Y se fue Abram,
como Jehová le dijo; y Lot fue con él. Y era Abram de edad de setenta y cinco
años cuando salió de Harán.5… y a tierra de Canaán llegaron.
Abram vivía en
Ur de los caldeos con su padre Tare. (11: 31) Tenía todas las comodidades que
pueda aspirar cualquier humano en esta tierra: bienes, riquezas y ganados. Allí
paso sus primeros años de vida junto a su padre y sus hermanos menores, Nacor y Harán.
Un día Tare su
padre con toda su familia, (11: 31.) decide levantar tienda desde Ur de los
caldeos para ir hasta la tierra de Canaan. Todo este movimiento y cambio de
residencia obedecía a los propósitos de Dios para Abram de salir de su “tierra y de tu parentela, y de la casa de tu padre, a la
tierra que te mostraré.” (12: 1)
No hubo
preguntas por parte de Abram, tampoco comentarios para condicionar su partida a
esa tierra que no conocía, solamente se limitó a obedecer y se fue como Jehová
le dijo y llego a tierra de Canaán.
Al llegar a
esta tierra, Abram no se preocupó en construir una mansión para él y Sara,
tampoco donde acamparían las gentes que le acompañaba y donde comería su
ganado. Los primero que hace Abram al llegar a la tierra de Siquem, fue
construir un altar a Jehová quien se le había aparecido. Hay aquí muchas lecciones que aprender
y que pueden servirnos como base si queremos tener ministerios fructíferos.
1. OBEDIENCIA. Abram obedeció
fielmente la voz de Dios al dejar su tierra y sus comodidades en Ur para ir a
un lugar inhóspito.
Hay hoy muchos
creyentes que sienten deseos de servir al Señor, y dicen: “si yo tuviera
tiempo” haría esto o aquello e iría a donde el Señor me envíe, pero están amarrados, sus riquezas terrenas,
sus trabajos, sus estudios, su familia y sus amigos son su primera prioridad.
Son ataduras que no les permite avanzar, el miedo los acosa y los detiene.
2. FE. Abram fue un hombre que tenía profundas
convicciones en las promesas de Dios.
La fe de muchos
misioneros en el día de hoy se hace fuerte en la medida que aumentan las
bonificaciones, los sueldos, los viáticos, las ofrendas y DIEZMOS y todos los
beneficios de ley. No Salen a las misiones, si primero no se les garantiza
comodidades para ellos y su familia.
3. ENTREGA. Abran hizo de
la adoración a Dios, un estilo de vida.
Vivimos en una
época de competencia. Estamos en una carrera para ver quien llega más lejos,
quien alcanza las metas más elevadas, quien acumula más dinero, quien logra
escalar las mejores posiciones.
Esta fiebre de competencia santa, ha enfermado
a la iglesia al punto que esta se ha involucrado en mucha cosas. Es decir, hay
un afán por codearse y competir con el mundo en cualquier terreno, ya sea
político, las artes, las ciencias o el campo de los negocios. Ya eso de dedicar
un tiempo para Dios, lo dejo para después que finalice la faena del día, lo del
altar familiar, lo hacemos después que veamos toda la basura de la televisión.
Hay muchas cosas que estamos haciendo que parecen buenas pero le están quitando
el primer lugar a Dios.
Abram, lo
primero que hizo al llegar a esa tierra, fue construir un altar a Dios donde
él, su familia y la gente que le acompañaban pudieran rendir adoración al
Creador de sus vidas. Con razón a Abram se le llama el padre de la fe o porque
no el padre de las misiones.
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