CARACTERÍSTICAS QUE DEFINEN A UN BUEN PASTOR.
POR: MISAEL REYES
BASE BÍBLICA: Juan 10: 1 – 14
INTRODUCCIÓN.
En este mes celebramos el
mes de la familia pastoral como un merecido reconocimiento a esos hombres y
mujeres que día a día se entregan al cuidado de la iglesia. Pero es verdad que
esta función pastoral se ve muchas veces desmeritada por la presencia de “obreros
fraudulentos y lobos rapaces que dispersan el rebaño”
El cap. 10 de
Juan, constituye el último discurso público de Jesús y el último enfrentamiento
con los dirigentes judíos, introducido con una alegoría del buen pastor que ama
y se sacrifica por sus ovejas. En este cap. 10 tenemos un discurso que presenta
a Cristo como amor en que el pastor da su vida por sus ovejas. Jesús emplea la
figura del buen pastor para señalar un contraste marcado entre su propio
ministerio y el de los falsos pastores. Los judíos, y especialmente los
fariseos, presentados en los capítulos anteriores como opositores hostiles a
Jesús, se describen aquí como los falsos pastores
La presencia de lo “FALSO Y LO ENGAÑOSO” no es
nuevo. Las falsas identidades han estado presente, incluso, desde la misma
creación. (Gen 3.) De allí en adelante, la serpiente antigua, que se llama
diablo o satanas; ha continuado con su cadena de engaños adoptando cualquier forma de apariencias espirituales,
utilizando incluso a los mismo ministros cristianos; como instrumentos para
tratar de fomentar divisiones entre la propia iglesia y llevar a cabo sus
planes perversos.
El Señor hablando a través
del profeta Isaías califica a estos impostores, como “…PERROS DE VORAZ APETITO; nunca parecen saciarse. Son pastores sin DISCERNIMIENTO; cada uno anda por su
propio camino. Todos sin excepción, procuran su propia ganancia. (Isaías
56: 11, 12. NVI)
En el libro de Jeremías el
Señor hace una fuerte acusación contra los pastores y los acusa de: revelarse
contra el, de volverse necios, de destruir su viña, de dispersar el rebaño, de
buscar sus propios intereses y proclama contra ellos una terrible sentencia.
(Jeremías 2: 8. 10: 21.
12:10. 23: 1. 25: 34; 50: 6. Ezequiel.34: 2, 7 – 10;
Zacarías 10: 3.)
En el NT el mismo Jesús al igual
que Pablo y otros apóstoles, exhortan a los creyentes a mantenerse alertas ante
la aparición de los “lobos vestidos de ovejas” (ver: Mateo 7: 15, 16; 24: 11;
24:24; Hechos 20: 29; 2ª. Pedro 2: 1; 1ª. De Juan 4: 1.))
Así que no nos debe sorprender que
hoy se cuenten por miles, los falsos pastores que se la pasan merodeando al
rebaño para dispersar y trasquilar a las ovejas y obtener ganancias de su lana.
Falsos pastores que no están entrando por la puerta sino que están entrando encubiertamente
por otro lado.
“Porque algunos hombres han entrado ENCUBIERTAMENTE, los que desde antes habían sido destinados para
esta condenación, hombres impíos, que convierten en libertinaje la gracia de
nuestro Dios, y niegan a Dios el único soberano, y a nuestro Señor Jesucristo”. (Judas 1: 4)
En consecuencia, es necesario que
estemos alertas para no dejarnos sorprender por estos “ladrones y salteadores”
(Jn 10: 1. NVI)
La Biblia, la Palabra de Dios da
pautas muy claras a cerca de las CARACTERISTICAS QUE DEFINEN A UN BUEN PASTOR
como también señala las características para identificar a los falsos pastores.
Entre las características que
definen a un buen pastor, tenemos las siguientes:
I.
EL
BUEN PASTOR ENTRA POR LA PUERTA AL REDIL DE LAS OVEJAS.
(v. 2)
Jesús utiliza la figura de un pastor y sus ovejas para marcar
la diferencia que existía entre los “falsos pastores” y el “buen pastor” que da
su vida por las ovejas. También para ilustrar el cuidado y el amor que deben
tener con la iglesia (ovejas) aquellos que han sido llamados a ocupar la
honrosa tarea de apacentar la grey del Señor.
Aunque no se
mencione en este pasaje la palabra “Iglesia” es obvio pensar que Jesús si la
tenia en su en mente por lo que dice el v. 16 “También tengo otras ovejas que no son de este
redil; aquéllas también debo traer, y oirán mi voz; y habrá un rebaño, y un
pastor”. (NVI) Jesús
no estaba pensando en la idea de tener rebaños de ovejas. Se refería a los
judíos y al pueblo gentil que mas tarde vendría a formar parte de las “otras
ovejas que no son de este redil; aquéllas también debo traer, y oirán mi voz; y
habrá un rebaño, y un pastor” (v. 16)
¿Por qué utilizo esta figura del pastor y las ovejas?
Porque no hay otra palabra que mejor encaje dentro del concepto bíblico de la
definición de la iglesia. Jesús dejo claro que su iglesia estuviera al cuidado
de buenos pastores (Jn 21: 17) y el mismo se definió como “el buen pastor que
da su vida por las ovejas”? (10: 11.) ¿Y quienes son esas ovejas por las cuales
el Señor da su vida? Claramente es la iglesia formada por judíos y gentiles.
Veamos
lo que dice Hechos 20:28: Por
tanto, mirad por vosotros, y por todo el REBAÑO en
que el Espíritu Santo os ha puesto por OBISPOS,
para apacentar la IGLESIA del Señor, la cual él GANÓ por su propia sangre.
Ahora bien, ¿Qué significa entrar por la
puerta al redil de las ovejas?
“El redil era un lugar seguro contra las
fieras, los ladrones y las tempestades. Normalmente consistía de un círculo o
cuadro, rodeado por un muro de piedras y con una sola entrada. Los pastores
metían sus ovejas dentro de ese corral para las horas de la noche y uno de
ellos, el portero, se acostaba en la abertura. Los pastores, y los que ellos
conocían, podían entrar y salir con el permiso del que guardaba la entrada,
pero éste resistiría a un ladrón hasta la muerte si fuera necesario. La única
manera segura que el ladrón tenía para entrar sería saltando por el muro. El
hecho de subir por otra parte, y no por la puerta, lo identificaría como ladrón
y salteador.
El pastor, cuyas
ovejas se guardaban en el redil, tendría acceso libre por la puerta. Jesús, en
esta afirmación, sólo establece la rutina que era conocida generalmente en el
medio oriente”
Entrar por la
puerta al redil de las ovejas es una señal de confianza, contrariamente al
falso pastor que entra por otro lado, a escondidas y con malas intenciones. V.
1, 10.)
Entrar por la puerta es utilizar la vía correcta con
plena libertad, sin temor a ser descubierto. Significa que no soy un extraño,
tengo una identidad que es reconocida y soy digno de confianza y gozo del
reconocimiento de todos. El entrar por
la puerta hace que:
(1) El portero le permita libre acceso al redil de las
ovejas,
(2) las ovejas tienen oído audible a la voz del buen pastor,
reconocen su voz,
(3) el buen pastor conoce el nombre
de las ovejas, eso significa que tiene una estrecha relación con ellas. La llama por nombre indica un valor especial e individual que
el buen pastor asigna a cada oveja.
(4) el buen pastor saca a las ovejas
del redil, del círculo, del encierro y las lleva a “lugares de delicados
pastos” v. 3 (Salmos 23.)
II.
EL
BUEN PASTOR VA DELANTE DE LAS OVEJAS. (v. 4.)
Este cuadro (v. 4) que describe la manera de conducir las
ovejas difiere grandemente de la costumbre en la mayoría de los países hoy en
día. En vez de ir por delante de las ovejas, abriendo camino y enfrentando
cualquier peligro, los dueños o pastores van detrás muchas veces a caballo, o
con perros que asustan y aun muerden las piernas para obligarlas a moverse en
cierta dirección.
Los falsos pastores las echan
afuera para deshacerse de ellas, pero el buen pastor las lleva afuera para
alimentarlas. El buen pastor quiere sacarlas del “redil rígido” de la ley e
introducirlas al pasto libre del evangelio.
El buen pastor, es
guía para sus ovejas va al frente para señalar el camino, buscar el
mejor pasto y los arroyos donde las ovejas puedan alimentarse.
Hoy se ha puesto de
moda que los pastores se quedan en el “redil” disfrutando muchas veces del
confort de su oficina y envían a las ovejas sin importarle que clase de peligro
tengan que enfrentar. Ahora los pastores (ahora apóstoles y profetas) se hacen
rodear de un gran número de ministerios para cargarlos de cualquier tipo de información en sus
interminables consejos ministeriales y luego informar al pastor de su ejecución
para que este tenga los insumos necesarios para presentar su informe de los
logros obtenidos por su gestión pastoral.
En este pasaje se
nos enseña que el pastor va delante de las ovejas,
dando el ejemplo, marcando la ruta, detectando los peligros y buscando lugares
de refugio en las tormentas.
El ministerio pastoral no es una función que se pueda manejar
a control remoto, requiere presencia y entrega.
III:
LAS OVEJAS SIGUEN AL BUEN PASTOR. (V. 4)
Se
cuenta de un turista en Siria que encontró a tres
pastores con sus ovejas revueltas, tomando agua. Después de un tiempo uno de
los pastores llama: “MEN-AH, MEN-AH” en
árabe “SIGANME” y subió a una loma. Al escuchar su voz sus ovejas dejaron a las
demás y le siguieron. El segundo pastor hizo lo mismo y también sus ovejas lo
siguieron.
El turista pregunto al tercer pastor: “si yo me pongo
su ropa y tomo su vara y las llamo, ¿me seguirán? Haga la prueba dijo el
pastor. Lo hizo pero sin resultados, porque no reconocieron su voz. ¿Quiere decir
que no seguirán a nadie mas que a usted? Pregunto el hombre. “NO” le dijo el
pastor “cuando están enfermas, seguirán a cualquiera que las llame”
Lamentablemente
en el día hoy hay muchas “ovejas” que están siguiendo al pastor equivocado.
Están siguiendo las huellas de un falso pastor que solo las conducirá en otra
dirección menos a “lugares de frescos pastos y fuentes de agua”
Seguir al buen pastor me garantiza seguridad,
alimentación y su cuidado.
IV.
LAS OVEJAS RECONOCEN LA VOZ DEL BUEN PASTOR.
Borchert describe su experiencia en Palestina y cómo los
pastores de ovejas las guiaban, yendo adelante y cantando o silbando. Las
ovejas aprenden a distinguir el timbre de la voz de su como los pastores van de
mañana al Redil donde están las ovejas mezcladas de varios pastores. Uno por
uno, los pastores se ubican en el portón del redil y comienzan a cantar y
silbar. Todas las ovejas suyas se levantan de entre las otras y comienzan a
seguirle, dejando a todas las demás en su lugar y esperando su turno.
·
Conocer
la voz del buen pastor es tener la
capacidad de afinar el oído a la
palabra de Dios para percibir sus consejos y sus orientaciones.
·
Conocer
la voz del buen pastor, es estar atento
al más mínimo ruido extraño que pueda dañar nuestros sentidos espirituales
para no escuchar la voz de Dios,
·
Conocer
la voz del buen pastor, es detectar
aquellos acordes disonantes que pueden estropear la ejecución de una
melodía.
·
Conocer su voz es
una expresión que no sólo habla de la habilidad de distinguir un sonido, sino de
confianza en la orientación sabia de su dueño, sabiendo que las quiere y las
guiará a lugares de buen pasto y agua.
Se cuenta que en una ocasión un hombre se vistió de la ropa
de un pastor para determinar si sus ovejas le seguirían, pero cuando quiso imitar
el llamado del pastor, las ovejas levantaron la cabeza y corrieron, no hacia
él, sino en la dirección opuesta. En esta manera se comprobó que las ovejas
siguen más bien por el timbre de la voz y no por la vista, pues la vista puede
engañar.
CONCLUSIÓN:
Jesús es nuestro buen pastor 10:1-18
El vigila a sus
ovejas tanto en la lluvia como en los días de sol. Él expone su vida para protegerlas. Jesús tomó este ejemplo de su
propio entorno y comparó su ministerio con el trabajo que hace un pastor bueno,
en contraste con el trabajo del pastor malo al que él llama asalariado.
Las
características del asalariado
(10:12–14).
No es el pastor, no tiene relación con las ovejas, huye
frente al ataque del lobo o del ladrón y No le importan las ovejas.
Las cualidades
del buen pastor (10:11, 14, 15).
Ama a sus ovejas, las ovejas saben que su pastor las ama y las lleva a lugares de reposo y las cuida durante todas las horas del día.
Las ovejas tienen
una lealtad absoluta hacia su pastor. Lo siguen día y noche a cualquier parte y
les da vida en abundancia (10:9–11). Esto consiste en tener el gozo y la paz
que da la presencia constante del pastor, y saber que si fuera necesario él
daría su vida por sus ovejas. En el momento oportuno, en el momento de crisis,
él lucha para proteger a sus ovejas. El
buen pastor da su vida por las ovejas (10:11–15).
Ni la muerte puede triunfar sobre él y su misión, v. 28.
Él les da vida eterna y no perecerán jamás. Nadie puede
quitarlas de su mano. Él dijo: “Yo y el Padre uno somos” (10:30).
Su protección se
extiende aún más allá de la muerte.
Cristo acompaña a los suyos por el valle de la muerte y los conduce a un mundo
mucho más hermoso y feliz.