Por: MISAEL REYES
Una de las megas construcciones más extraordinarias realizada por hombre
alguno, la constituyo el SANTUARIO cuyo diseñador y director, fue el mismo
Dios. Estas instrucciones fueron dadas a Moisés.
Ex. 35: 4. Moisés le dijo a
toda la comunidad israelita: “Esto es lo que el Señor le ordena;…”
Fue un trabajo en conjunto, donde todo el pueblo organizado participo
trayendo sus ofrendas voluntarias y trabajando desinteresadamente, poniendo sus
talentos y capacidades al servicio de
esta majestosa obra que para el pueblo israelita más que una estructura física,
representaba la presencia gloriosa del
mismo Dios.
Éxodo 35: 5 Tomen de entre sus pertenencias una
ofrenda para el SEÑOR. Todo el
que se sienta movido a hacerlo, presente al SEÑOR una ofrenda de…
Ӄxodo
35: 10 »Todos los artesanos hábiles que haya entre ustedes
deben venir y hacer todo
lo que el SEÑOR ha
ordenado que se haga:…
”Todos
los detalles de esta maravillosa obra fueron dictados por Dios al gran líder
israelita, Moisés, quien no obvio absolutamente nada de las instrucciones dadas
por el Señor.
Tal cual como
el Señor se lo revelo, asi lo hizo saber a todo el pueblo. (Éxodo 35: 4.) El
secreto para alcanzar todas las cosas que emprendamos es; obedecer y cumplir
fielmente lo que Dios ordena, reemplazar los dictados de Dios por los nuestros,
puede acarrear consecuencias terribles
Construir de
acuerdo al modelo de Dios nos garantiza bases solidas que ni aun las tormentas
más fuertes, podrán derribar.
Es importante
destacar el fervor y la alegría del pueblo al ofrendar y trabajar por la
construcción de esta majestuosa obra.
Éxodo 35: 22. Así mismo, todos los que se sintieron movidos a
hacerlo, tanto hombres como mujeres, llevaron como ofrenda toda clase de joyas de oro:…
Éxodo 36: 6, 7 Entonces Moisés ordenó que corriera la voz por todo el campamento:
«¡Que nadie, ni hombre ni mujer, haga más labores ni traiga más ofrendas para
el santuario!» De ese modo los israelitas dejaron de llevar más ofrendas, 7 pues lo que ya habían hecho era más que suficiente para llevar a cabo
toda la obra.
Cada uno
estaba ocupado en su tarea, desarrollando sus capacidades de la mejor manera.
No había lugar para el ocio, había una orden y un trabajo que cumplir y debía
ser terminado tal cual fue ordenado.
Éxodo 35: 30 – 34. Moisés les dijo a los israelitas: «Tomen
en cuenta que el SEÑOR ha escogido expresamente a Bezalel, hijo
de Uri y nieto de Jur, de la tribu de Judá, y lo ha llenado del Espíritu
de Dios, de sabiduría, inteligencia y capacidad creativa para hacer trabajos
artísticos en oro, plata y bronce, para cortar y engastar piedras preciosas,
para hacer tallados en madera y realizar toda clase de diseños artísticos y
artesanías. Dios
les ha dado a él y a Aholiab hijo de
Ajisamac, de la tribu de Dan, la habilidad de enseñar a otros.
Sin obviar
detalles, los obreros, los artesanos, artífices y todo el pueblo culminaron en
el tiempo previsto el santuario. Para la inauguración de esta extraordinaria
construcción, Moisés inspecciono todo el trabajo realizado.
Éxodo 39: 42, 43. Los israelitas hicieron toda la obra tal y
como el SEÑOR se lo había ordenado a Moisés. Moisés, por
su parte, inspeccionó la obra y, al ver quela habían hecho tal y como el SEÑOR se lo había ordenado, los
bendijo.
Una misión encomendada,
una misión cumplida tal como Dios lo ordeno. En el día de hoy Dios sigue
utilizando a sus hijos para realizar trabajos relacionados con su Reino.
Dios demanda
al igual que ayer, mucha fidelidad en el cumplimiento de cualquier tarea que él
nos asigne.
De igual
manera nos exige que nos ajustemos a sus directrices si es que queremos tener victoria sobre lo
nos propongamos hacer.
Nuestra tarea
hoy exige mucha dedicación y esfuerzo. Dios también nos ordena hoy no a construir
un santuario físico, sino santuarios de gentes que sean templos santos donde el
habite y sea magnificado su nombre entre los pueblos y naciones.
No es fácil
la tarea, pero si seguimos la dirección de Dios y somos obedientes a su palabra;
el permitirá que sean levantados muchos santuarios espirituales que sirvan a Dios
en Espíritu y en Verdad y proclamen su gloria al mundo.