Por: Misael Asarias Reyes Bonilla
Texto Bíblico: Génesis 15: 6
Abram creyó a Dios y le fue contado por justicia
¿Es usted uno de esos cristianos que vive quejándose
por todo? ¿De esos que hasta le reclaman a Dios por no atenderlos? ¿De esos que
le sacan a Dios las ofrendas y dadivas que hacen a otros?
Nada de lo que hagamos por el Señor, será suficiente
mérito para que él se sienta comprometido con nosotros. Aun cuando creas que lo has hecho
todo, lo más sensato que puedes hacer es considerarte un siervo inútil y eso se
llama grandeza y sinceridad delante del Señor. (Lucas 17: 10) Es por su pura
gracia y por su soberanía que el actúa cuando quiere y como quiere. Esto no
quiere decir que Dios incumpla con su pacto con el hombre, el es fiel en
cumplir sus promesas.
¿CUÁNTO TARDA EN LLEGAR LA BENDICIÓN?
Un estudio detallado de la historia bíblica, te dará
la respuesta que no quieres escuchar. Preguntemos a Noé, a Abraham, a Moisés,
a Job, a los discípulos y al mismo Jesús, ¿CUÁNTO
TARDA EN LLEGAR LA BENDICIÓN? Y de seguro que todos responderán al unísono:
después de la tormenta o en medio de la noche
o cuando no la esperes.
Tal vez a algunos de ellos les llego a la primera
vigilia de la noche, a otros a la segunda, otros a la tercera, otros a la
cuarta y otros que murieron con la vista puesta en el Invisible esperando ver
llegar la bendición. Hebreos
11: 39. Pero ninguno de ellos, aunque alcanzaron buen testimonio mediante la
fe, recibió lo prometido.
Cuando vienen los problemas y las necesidades, lo
que queremos de Dios son milagros sobrenaturales y respuestas rápidas. Eso es
lo que está de moda ahora, lo sobrenatural. Si no se dan esas experiencias en
algún predicador, lo califican de
desabrido y desfasado, y lo más aconsejable es que se retire, porque la gente
lo que quiere ver hoy son milagros y proezas.
Muchos cristianos en el día de hoy, no entienden las matemáticas ni el tiempo
de Dios. 2ª Pedro 3: 8 dice: “Pero,
amados, no ignoréis que, para el Señor, un día es como mil años y mil años como
un día”.
Salmo 32: 14, 15 dice: “Más yo en ti, Jehová confió; digo: “¡Tú
eres mi Dios. En tu mano están mis
tiempos!”
Los maestros y teólogos modernos han hecho un flaco
servicio a la iglesia de hoy al presentar un evangelio de trucos magia y una
especie de hipnotismo al estilo de los productores de programas infantiles,
donde se le siembra en la mente a los niños la idea que tal o cual personaje
tiene poderes sobrenaturales que con tan solo un castañetear de dedos, aparecen
los supermanes, los chapulines colorados y todos los súper héroes de la
justicia, en nuestro auxilio y problema resuelto.
Así viven muchos cristianos hoy, pensando que con
solo levantar las manos o declarar algo, o hablar en unas supuestas lenguas
angelicales, inmediatamente vendrán del cielo las bendiciones de prosperidad a
montones. ¡¡No dudamos que Dios puede hacer grandes y sorprendentes milagros,
pero en su tiempo y de acuerdo a sus designios!!
Si sientes que Dios te ha abandonado, que ya no
tienes esperanzas, sigue esperando confiando en sus promesas. Dios te puede
sorprender cuando menos te lo imagines.